¿Por qué me interesa?
Se trata de uno de los proyectos más innovadores del futuro, un tren que revolucionará la forma en la que entendemos las distancias.
Cuando pensamos en el futuro, es fácil imaginar carros voladores y chips integrados en vez de celulares. No obstante, el porvenir nos depara cosas más interesantes. Qué tal un tren hipersónico que conectará Londres con Nueva York a través de un túnel transatlántico en menos de una hora
Se trata de un proyecto que pretende revolucionar para siempre el transporte y convertir un aparatoso viaje de avión que dura al menos ocho horas, en un travesía de menos de una.
Tan corta que será como ir de la Ciudad de México a Cuernavaca. Tan corta que podríamos estar en el día en Europa y en la noche en América. Pero antes de imaginar vale la pena preguntarnos, ¿qué tan posible es conseguir este sueño de la ingeniería?
Para responder esta pregunta, vale la pena reflexionar sobre los avances tecnológicos que han ocurrido en la humanidad.
En el siglo XIX, era difícil pensar que existirían los aviones o que podríamos comunicarnos con personas que no estaban en el mismo espacio físico que nosotros, y sin embargo, la ciencia siguió su y en algún punto el futuro nos alcanzó.
En ese sentido, imaginar este tren ultrasónico es sin duda el primer paso para lograrlo.
Pero empecemos por el principio…
¿En qué consiste el proyecto?
La idea de edificar un túnel transatlántico ha estado desde hace mucho tiempo, sobre todo en Inglaterra donde un grupo de científicos, ingenieros, ambientalistas han debatido qué tan viable es y qué daños tendría para el medio ambiente.
Hasta el momento se ha estudiado la posibilidad de colocar tubos submarinos flotantes conectados a cables, también se ha construir un túnel gigante en altamar sobre el que pueda circular un tren hipersónico de última generación y soporte presiones externas del océano. ¿Pero ya existe la tecnología? Algunas parte sí, pero todavía faltan piezas.
La idea es que los 5471 kilómetros que separan el Reino Unido y Nueva York, puedan recorrerse a una velocidad récord de no más de un 50 minutos, sin dañar un solo ecosistema marino del Atlántico y como una respuesta a la gran contaminación que generan los aviones.
El precedente: El Ecotúnel
Y aunque todo esto parece sacado de una novela de Julio Verne, lo cierto es que el mundo ya tiene un precedente.
El 6 de mayo de 1994 se inauguró el Ecotúnel, una obra de ingeniería sin precedentes, que se planeó desde 1979 y que significó la construcción bajo el Canal de la Mancha, de un túnel de 37 kilómetros.
Actualmente este tren de alta velocidad es uno de los más importantes de Europa y el único que domina la tecnología bajo el agua. Conecta principalmente, Francia con Inglaterra, pero también se usa para llegar a Países Bajos y a Bélgica. Un viaje entre Coquelles, Francia y Folkestone dura no más de 35 minutos.
¿Qué desafíos y ventajas tendría la construcción de este túnel?
Aunque ahora todo es una suposición, cada vez hay más voces que se suman a este proyecto. Expertos, arquitectos, ingenieros y soñadores que empiezan a aterrizar la idea para eventualmente hacerla realidad.
En ese sentido se ha estimado que el costo total de la obra sería de al menos 20 billones de euros. Además hay otros retos, como las limitaciones tecnológicas, que son varias, entre ellas el desafío de construir un túnel con presión marina, en una atmósfera enrarecida, que todavía no ha sido completamente investigada.
La otra inquietud es el medio ambiente, ¿se puede hacer un túnel de estas dimensiones sin afectar la vida marina?. ¿Cómo no poner en riesgo ecosistemas necesarios para la vida del planeta?, la idea es que esta tecnología sea orgánica y no se vuelva un problema a largo plazo.
Finalmente, cuando hablamos de ventajas la lista es grande. Este proyecto sin duda revolucionará la forma en la que viajamos. Cambiará nuestra percepción de las distancias, desbancará de una vez por todas los aviones y los aeropuertos, y sobre todo nos permitirá acortar las distancias.
Por ahora todo es una fantasía, pero no perdamos de vista que así empezó todo lo que conocemos; alguien imaginó algo y de pronto ese algo simplemente existió.