Les ha pasado que al platicar con alguien detectan que, aunque esté diciendo que sufre agruras, tiene un ritmo que hace inevitable mover la cabeza para seguir el ritmo. Pues así pasa con estos subastadores.
Si son de los que curan su cruda dominguera con los interminables maratones de programas de subastas, habrán notado que los tipos que las dirigen tienen una flexibilidad en la lengua que haría palidecer al mismísimo Eminem. Esto lo notó un ocioso usuario de YouTube, que nada más tuvo que agregar una pista a los frenéticos precios barajeados por estos hombres, para tener frente a nosotros a todo un crew de futuros raperos.
Ohhh, sí…