A lo largo de la pandemia hemos visto cosas inverosímiles, pero, nada como el caso de Christina Malley, una abuelita inglesa, quien faltó a su cita para que le aplicaran la vacuna contra el COVID-19. Siguiendo con el protocolo del Reino Unido, personal del ministerio de salud acudió hasta su casa, solo para descubrir que la mujer llevaba 12 años muerta.
El misterio resulta más aterrador que cualquier entrega de Alfred Hitchcock, pues las enfermeras estuvieron llamando a la casa de la abuelita para tratar de concertar una cita, pero solo tuvieron respuesta de un hombre, quien dijo ser el esposo de Malley e intentó persuadir al personal de salud de que no fueran a su domicilio, argumentando que la abuelita había salido de viaje y se encontraba fuera del país.
Ante la urgencia del gobierno del Reino Unido, para vacunar a toda la población de adultos mayores en el menor tiempo posible, las enfermeras ignoraron el aviso y de todas maneras prefirieron acudir hasta la localidad de Aberdeen, al noreste de Escocia, para ver si tenían suerte.
‘Un caso desgarrador’
Cuando llegaron a la casa de Christina Malley, no había nadie. Estaban por regresar sin tener éxito, de no ser porque a una de las enfermeras, se le ocurrió asomarse por la ventana. El cuerpo de la mujer estaba inerte. De acuerdo con medios locales, la policía determinó que la mujer tenía cerca de 80 años.
Sin embargo, después de la autopsia y haciendo un par de investigaciones concluyeron que la mujer había muerto 12 años antes y la última vez que fue vista acababa de cumplir 68. Los vecinos de Malley, estaban conmocionados, y es que, nadie la conocía y nadie la había visto. Al grado que uno de ellos, dijo que tenía 22 años viviendo en el mismo lugar y aunque identifican al supuesto esposo, no sabían que tenía pareja o que vivía con alguien.
Desde luego, la historia es más que escalofriante, pero, el cuerpo de policía logró deducir por qué Christina Malley era una total extraña en su propia comunidad. Los agentes descubrieron que el hombre que vive en la casa, junto al cadáver, siempre ha mentido diciendo que su esposa se encuentra de viaje. Ahora las autoridades investigan cómo fue la muerte de esta mujer y si se trató de un homicidio.
Al respecto, Brian Sloan, director ejecutivo de Age Scotland, dijo que “Este es un caso absolutamente desgarrador que debería servirnos de recordatorio para todos nosotros de que tenemos un papel importante que desempeñar en el cuidado de las personas mayores en nuestras comunidades. Y tiene razón, cuántas veces no le llamamos a nuestros abuelitos, por el simple hecho de que sabemos que ahí están. Por cierto, ¿ya le llamaste a la tuya? Christina Malley, descanse en paz.
