Cuando Ketty He, decidió alejarse de la rutina en Sídney, para pasar unas merecidas vacaciones en Nueva Gales del Sur, nunca imaginó que viviría una escena que jamás olvidaría. Lo que se debía ser un paseo relajado, buceando entre la Barrera de Coral Australiana, admirando pececillos y admirando la diversa gama de colores, se convirtió en una pesadilla cuando doscientos tiburones martillo la acechaban a unos cuantos metros de distancia.
Su plan, era recorrer gran parte de la barrera de coral más grande del mundo. Así que llevó su cámara acuática para no perder detalle de todo el ecosistema, pero, entre el clic, el zoom y la selfie, sintió que algo o alguien la observaba. Dio el primer vistazo, girando la cabeza de un lado a otro, pero, pensó que a esa profundidad y en medio del océano, no podía haber nadie que interrumpiera su aventura.
Encuentro cercano
Después de unos minutos, se le ocurrió mirar hacia arriba, aunque hubiera deseado no hacerlo. Cerca de la superficie, a unos cuantos metros de distancia, el mar estaba repleto de tiburones martillo. Afortunadamente, la joven australiana es un buzo profesional, por lo que le dio tiempo de esconderse atrás de una roca y comenzar a grabar la aterradora escena.
“Simplemente se detuvieron encima de nosotros, eran cientos de tiburones martillo que posaban a 10 metros por encima de nuestra cabeza. Sientes que te están mirando, una vez que te mueves, vienen y quieren atacarte, así es como te sientes”, dijo He al ‘ABC’. Aunque después de unos días, la joven decidió compartir su especial anécdota en Instagram, donde escribió: “Día especial de buceo con tiburones martillo en Fish Rock. ¡El mejor buceo del año!”
Aunque, Ketty relató que cuando los tiburones martillo pasaron nadando, la corriente se tornó muy agitada, aunque reconoció que la experiencia fue muy traumática ya que todos los peces pequeños que nadaban por el lugar, aplicaron aquello de ‘más vale que digan aquí corrió, que aquí murió. Y se dirigieron disparados hacia los buzos.
Sin embargo, el profesor Brendan Kelaher, de la Universidad de Southern Cross, explicó que el avistamiento de tiburones martillo es más frecuente de lo que se espera en esta época del año, ya que los animales disfrutan del agua tibia de los arrecifes costeros. De haberlo sabido, la chica australiana hubiera llevado un águila, sí, como aquella que fue captada cazando un tiburón.