El activista e investigador West Mathewson, quien dedicó su vida entera a salvaguardar la vida de decenas de leones en Sudáfrica y su amor por estos felinos, lo llevó a tratarlos como mascotas, falleció el pasado 26 de agosto del 2020, tras ser atacado por una leona que había rescatado años atrás. El hombre de 69 años, caminaba junto con dos leonas blancas, como solía hacerlo todas las mañanas en la reserva de su propiedad “Lion Tree Top Lodge”, ubicada en la provincia de Limpopo, al norte de Sudáfrica, cuando una de las leonas atacó sorpresivamente a la otra para luego dirigir su atención hacia el conservacionista.
Lo peor, es que su esposa quien venía manejando detrás de ellos, fue testigo de toda la escena “Hizo todo lo posible para rescatar a su esposo, pero no pudo lograrlo”, dijo la abogada de la familia, Marina Botha, en un comunicado recuperado por la ‘BBC’C’, añadiendo que consideran que el ataque pudo haber sido el resultado de un juego muy brusco entre los animales.
Por más irónico que parezca, West Mathewson, también conocido en la comunidad como el ‘Tío West’, había rescatado a ambas leonas de la caza furtiva desde que eran cachorras, las crió personalmente y al igual que con el resto de los felinos que habitan en la reserva, estaba acostumbrado a interactuar con ellas, acariciándolas, besándolas y jugando, como si fueran gatitos.
El cruel destino de las leonas
Desde luego, la mayoría de los animales son adorables. Cualquiera se derrite por acariciar un panda, un gorila o un tigre, pero muchas personas, incluyendo a expertos como el activista, traspasan esa delgada línea olvidando que están tratando con animales salvajes y no con dóciles mascotas.
Sin embargo, tras el lamentable suceso, ahora son los animales quienes tendrán que pagar las consecuencias. Después del deceso de Mathewson, los leones blancos, (en peligro de extinción), fueron trasladados a una instalación fuera de la reserva, mientras la familia toma una decisión sobre su destino final.
En el perfil de Facebook de Mathewson, se aprecia que el conservacionista no era el único que interactuaba con las leonas, en algunas fotografías se puede apreciar como una niña posa sujetada a la cola de un león, al igual que una mujer, que posiblemente sea una de las hijas del activista. Aunque el posteriormente fueron eliminadas u ocultas de la biografía. Se cree que hasta ahora solo quedan 300 ejemplares de leones blancos en todo el mundo.
Por su parte, la abogada concluyó diciendo que: “La familia está desconsolada por la pérdida de su esposo, padre y abuelo, pero encuentran consuelo y paz con el simple hecho de que murió mientras vivía su sueño, estando en la naturaleza y con sus leones”. West Mathewson, descanse en paz.