Imagina que eres un padre de familia muy creyente y quieres darle la mejor educación a tu hijo de 17 años, por eso, dejas que tu hijo tome un curso especial en su escuela, como parte de su programa de Formación Cristiana.
Y sí, resulta que tu hijo aprendió muchas cosas en el mentado curso, gracias a que su maestra se empeño hasta el cansancio, y con el sudor de su frente (y otras partes del cuerpo), para que el conocimiento penetre varias veces en las cabezas de su joven alumno.
– ¡Qué bonita la educación cristiana!, pensarías. Lo malo es que al final, a tu hijo el dichoso curso no le gustó y terminó quejándose de su profesora.
Algo así pasó en colegio Westlake High School, en Austin, Texas, con una profesora de 28 años llamada Haley Wey, que fue acusada y detenida esta semana por haber tenido sexo con al menos dos de sus alumnos, de 17 años de edad.
Todo iba tan bien, que incluso la maestra se las ingenió para irse de viaje a África junto con uno de ellos y la familia de éste.
Ella es Haley:
¡¡¡Hay-Wey!!!
Sin embargo, esta historia de amor juvenil y sexo prohibido desenfrenado se rompió cuando uno de los estudiantes acusó a su maestra, con quien dijo, sostuvo hasta 10 encuentros sexuales durante un curso veraniego de Formación Cristiana. También declaró que ella le daba los condones, que le enviaba al celular fotos con poca ropa y que la maestra era incapaz de contener sus deseos sexuales, llegando incluso a besarlo cuando paseaban por el campo o los parques.
Los encuentros sexuales entre la maestra y uno de estos alumnos tuvieron lugar entre agosto y septiembre de este año, y llegaron a su fin cuando el estudiante se enteró que su profesora estaba interesada en el otro joven. Y pues fue con el chisme a sus papás, quienes recurrieron a las autoridades.
Esta maestra fue despedida en octubre, podría enfrentar una pena de 20 años en prisión, ya que en Texas es ilegal que un profesor tenga relaciones sexuales con sus educandos, sin importar la edad que estos tengan. Por lo pronto, ella pagó una fianza de US $150,000 para poder enfrentar el proceso penal fuera de la cárcel.
Ya lo dice Chabelo en su visionaria canción:
“Mi maestra me dio un beso en la salida
por que hice los palitos parejitos
y me puso un garabato colorado…”