Casi siempre tenemos sueños guajiros con un montón de cosas que deseamos comprar o simplemente tener. Casi siempre logramos tenerlos con base al esfuerzo y la dedicación que le ponemos a la chamba, ¿a poco no? Pero a veces esto no es suficiente y necesitamos un empujoncito para conseguir lo que queremos, y ese es justo el caso que estamos por contarles, pues el dueño de un negocio le cumplió un sueño a uno de sus empleados.
Hace unos días se hizo viral esta historia, que ocurrió en la ciudad de Centenario, Argentina, y tiene como protagonista a Franco ‘Fati’ Núñez. Él es un hombre que trabaja en Cristales Fonseca, una vidriería en la que ha trabajado por más de 10 años poniendo vidrios y atendiendo a los clientes, y cuyo dueño, Eduardo Fonseca, se acaba de ganar sin duda el premio a jefe de año por el increíble gesto que tuvo con su trabajador.
También puedes leer: INOLVIDABLE PROPINA: DEBÍA CAMINAR 22 KM PARA IR A TRABAJAR Y SUS CLIENTES LE REGALAN UN AUTO
El sueño de este empleado era tener un carro
De acuerdo con medios locales, cada día Franco tenía que caminar 17 cuadras para llegar hasta su chamba, una distancia bastante considerable si nos ponemos a pensar. Es por eso que su jefe quiso hacerle la vida más fácil y a la vez, premiarlo por sus cinco años de trabajo espectacular regalándole algo que por mucho tiempo, su empleado soñó con tener pero por una u otra razón no se le hacía comprarse, un carro.
Resulta que hace un tiempo, el joven de 27 años quería comprar un auto con el dinero que había ahorrado, es más, hasta le pidió a su jefe que lo acompañara a ver un Renault 12 rojo que le habían ofrecido. Pero al checarlo, Franco se llevó una enorme desilusión, pues el coche estaba sucio y el motor no arrancaba; es por eso que decidió utilizar todos sus ahorros en materiales de construcción para su casa, olvidándose por un momento de su sueño.
Al final, Franco se llevó una enorme sorpresa
Sin embargo, Eduardo Fonseca se quedó con esa espinita y estuvo planeando por un buen rato una sorpresa, buscando el coche perfecto para ‘Fati’ hasta que se encontró con un Fiat Duna en perfectas condiciones y no dudó ni un segundo en comprarlo. Al día siguiente, el jefe invitó a su empleado a comer unos sándwiches y al llegar al lugar, este hombre tan trabajador se encontró con su coche nuevo, donde le esperaba un mensaje muy especial.
“Premio a la lealtad, compromiso, responsabilidad y al amor que le pones a tu labor” decía una pancarta mientras el empleado rompía en llanto junto a Eduardo. “Yo fui empleado toda mi vida y dije ‘no voy a ser como fueron conmigo. Voy a ser un jefe diferente…Quiero que todos tiermos de la misma forma. Si yo progreso, ellos tienen que progresar conmigo”, mencionó Fonseca, al recordar que le enseñó a manejar a Franco.
Todo esto terminó con una postal emotiva del jefe diciendo “Los quiero un montón yo” mientras abrazaba a la esposa de ‘Fati’. Historias como estas nos levantan el ánimo y nos hacen recordar que, no importa cuántas cosas malas leamos por todos lados, las personas buenas existen y están más cerca de lo que nosotros pensamos.
