Tal y como acaban de leerlo, la batalla entre Johannes Kepler y el rey del mal Piccolo, acaba de empezar.
Si hacemos un pequeño viaje al pasado, recordaremos que el 11 de diciembre de 2011, el Telescopio Espacial Kepler de la NASA confirmó la existencia de un planeta aún no descubierto por el ser humano.
Debido a que este se encuentra en la órbita de la estrella Kepler-22, los científicos decidieron llamarle: Kepler-22b. Pero esto sólo es el comienzo de la historia, ya que debido a la curiosa apariencia de este planeta, los fans de la serie de anime Dragon Ball Z, comenzaron a trazar un plan especial.
Pobre, no tiene la culpa de nada.
Si ustedes conocen la serie, saben quién es Piccolo Daimaku o Daimaoh. Para quienes no, ha sido un villano muy conocido en la juventud de Son Gokú, héroe y protagonista de Dragon Ball, quien al principio fue identificado como un ser originado por maldad pura y equivalente al demonio mismo; y que más adelante en la historia, se revelaría que es de origen extraterrestre.
Volviendo al tema principal, esta ola de fans ha decidido que por la apariencia física del planeta, este debe ser renombrado a Namekusei, lugar de nacimiento de Piccolo.
La petición ha llegado a Change.org para que esta pase a manos de la International Atronomical Union, la cual se encarga de nombrar a los cuerpos celestes. La pregunta ahora es si queremos recordar al planeta como un homenaje a un astrónomo, ¿o queremos que las primeras personas en pisar aquel lugar teman que Freezer quiera reclamarlo antes que ellos?
Vía rocketnews