Ahí te va una situación completamente hipotética y nos dices qué opinas. Es martes y son las 3 de la mañana. No te has dormido aunque sabes que tienes que ir al trabajo o a la escuela. Tuviste un día pesado y estresante, pero de verdad no quieres irte a acostar. Prefieres dormir demasiado tarde —seguirte hasta la madrugada— con tal de conseguir un poco de tiempo personal, para relajarte o entretenerte.
Si te sonó conocido, eres una de millones de personas que está sufriendo un extraño desorden de sueño.
Los investigadores han llamado a este desorden como Revenge Bedtime Procrastination o si quisiéramos traducirlo al español, se podría llamar Procrastinación de Sueño por Venganza.
¿Qué es la Procrastinación de Sueño?
Si nos están leyendo en horario laboral o andan en la escuela, seguro que ya son todos unos expertos en la procrastinación. Si no la conocen, es bastante fácil de explicar: la procrastinación es el hábito de retrasar las actividades más importantes de nuestra vida por otras más irrelevantes o entretenidas.
Entonces, la procrastinación de sueño es retrasar el sueño, con tal de hacer algo más divertido.
Este fenómeno puede presentarse de varias formas. Una de ellas —la más común— es alargar el tiempo que nos toma ir a la cama y entonces aprovechamos la madrugada para ver series, películas, entrarle a los videojuegos o tomamos un libro. Otra de ellas comienza cuando ya estamos acostados.
Investigaciones recientes señalan que la procrastinación de sueño se ha incrementado al tomar nuestro celular cuando ya estamos en la cama y retrasamos nuestro tiempo dormidos por razones irrelevantes.
Hasta ahí estamos hablando de personas que nos gusta desvelarnos o de unas cuantas horas de sueño perdidas, pero lo intenso empieza cuando tomas en cuenta la venganza.
Sin dormir… ¿por venganza?
La venganza es una parte importante en este trastorno de sueño.
¿De quién te estás vengando? Los especialistas en la organización Sleep Foundation señalan al estrés, a los trabajos agotadores o de largas jornadas, a las labores diarias que te dejan sin tiempo personal. Entonces, millones de personas toman la decisión de sacrificar su tiempo de sueño, por un rato de relajación o entretenimiento.
Este fenómeno se ha popularizado en los últimos años desde la pandemia y curiosamente viene desde China.
De acuerdo con la BBC este concepto de venganza al sueño viene del término bàofùxìng áoyè, que se originó en los trabajadores chinos que viven con el horrible horario conocido como 996. Entran a las 9 de la mañana, salen a las 9 de la noche y lo hacen 6 días a la semana.
La idea y los síntomas han resonado con millones de personas en el mundo entero. Así, para las personas, la procrastinación de sueño se ha convertido en una manera de vengarse de los días sin tiempo libre. “Ha ganado tracción en respuesta al estrés inducido desde el COVID-19”, explicaban en una explicación del fenómeno en Sleep Foundation.
Para muchos, se ha convertido en una respuesta a días complicados donde una larga jornada de trabajo y una noche de sueño, te dejarían sin tiempo personal.
La psicología detrás de no dormir
Aunque el fenómeno es relativamente nuevo y todavía no hay muchos estudios al respecto, las primeras investigaciones señalan que algunas podrían ser más vulnerables a este trastorno de sueño.
Un estudio de la Universidad de Wageningen en Países Bajos demostró que en la madrugada —cuando estamos cansados— somos más propensos a perder el control personal por la rutina. Llegamos tan agotados que somos menos exigentes con nuestros horarios y es más fácil ignorar la responsabilidad que nos dice: “ya vete a dormir”.
Otros apuntan al cronotipo personal.
¿Eso qué es? Sin meternos demasiado en la ciencia detrás o en los ritmos circadianos, resulta que los humanos funcionamos mejor a distintas horas del día. Algunos serán buenísimos para despertar temprano y otros agarran vuelo de noche, de ahí que se alarguen a las madrugadas.
Un estudio más, realizado por Universidad de Viena, en Austria, reveló que la procrastinación de sueño por venganza puede tener muchos factores. Desde la pérdida de control personal o el cronotipo, hasta nuestra facilidad para procrastinar en otros aspectos de la vida, el estrés o la preocupación de las jornadas diarias.
Efectos de la procrastinación de sueño
Los efectos de no dormir bien —aunque sea para vengarte de lo aburrido de la vida diaria—, están de la fregada.
De acuerdo con la Sleep Foundation, insuficientes horas de sueño dañan las habilidades mentales. Tenemos peor memoria y tomamos peores decisiones. También somos menos productivos durante el día, sacamos peores calificaciones en la escuela o peores resultados en nuestros trabajos.
Si manejan, son conductores peligrosos si tienen sueño.
También, la Procrastinación de Sueño y más si es por Venganza, está ligada a nuestra dificultad para regular las emociones. Estamos más irritables y está conectado con la depresión o la ansiedad.
Físicamente también se pueden presentar algunos efectos dañinos en la salud. Somos más susceptibles a problemas con obesidad o enfermedades cardiovasculares. Los desordenes metabólicos también se hacen más presentes y nuestro sistema inmune es más débil. Un estudio señalaba que nuestro cuerpo —si no dormimos bien— es menos efectivo al recibir vacunas.
Si a eso le calculas que más de 40% de las personas han reportado problemas para dormir en los años de pandemia… la cosa está complicada, ¿no?