Ya saben cómo es esto de las modas de Internet: se toma cualquier cosa random, llama la atención de unas cuantas personas en las redes sociales y de repente, todo el mundo se sube al tren, el asunto se sale de control y una vez que la banda pierde interés, simplemente desaparecen. Antes fueron los cafés servidos en aguacate y en esta ocasión están las selfies de divorciados felices.
Muchos estábamos acostumbrados a ver cuentas de Instagram llenas de fotos de gimnasio, paisajes bonitos o las más comunes con filtros de animalitos. Sin embargo, ahora hay hombres y mujeres que están publicando imágenes de su separación como si fuera el mejor momento de sus vidas.
Ni siquiera Bill Murray se salva de las tendencias.
¿Por qué sucede esto? No tenemos la menor idea. ¿Tiene algún sentido o propósito? Como todo lo que se hace viral en el ciberespacio, obviamente no. Sólo podemos pensar que todas estas personas estaban muy contentas con la idea de poder conocer el amor una vez más o de terminar una relación infructuosa.
Estamos seguros de que la tendencia terminará tan rápido como inició, porque así son todas las cosas en Internet hoy en día. Lo que nos pone un poco incómodos es el hecho de pensar qué clase de locura relevará a las fotos de divorcios.