Ustedes saben cómo funciona internet: alguien aparece por ahí, publica algo raro en una página, redes sociales u otro portal y de repente todo el mundo quiere hacer lo mismo. En esta ocasión, el mame surgió cuando alguien quiso usar un dispositivo para ejercicios en papel de baño y, para su sorpresa, este detectó que… ¿tenía pulso?
El fenómeno comenzó en China, cuando alguien estaba probando la efectividad de un cachivache conocido como Mi Band 3, de la compañía Xiaomi. El aparato, que es sumamente similar a un reloj, sirve para medir el ritmo cardiaco de las personas, ya sea para propósitos de salud o de ejercicio.
Fue en la red social china Weibo donde se presentó el primer video de alguien colocando el medidor en un rollo de papel de baño. Como este pudo detectar latidos en un objeto tan común, varias personas se sacaron de onda y decidieron intentarlo para comprobar si era cierto. Obviamente, el tren no se detuvo ahí, porque después algunos experimentaron en objetos como plátanos, animales de peluche y muchos otros.
¿Y por qué todas esas cosas tienen ritmo cardiaco?
Para responder a esa incógnita, el sitio chino de tecnología, Abacus, se dio a la tarea de hacer una investigación para luego publicar sus resultados en un video. Además de utilizar un Mi Band 3, los responsables del experimento también probaron con dispositivos como el Apple Watch Series 4 y el Android Wear.
Todos los relojes mostraron resultados similares, pero la explicación para ese fenómeno era la misma: resulta que estas cosas usan luz verde para monitorear el pulso en los seres humanos. Como la sangre absorbe esta luz verde, los aparatos pueden probar la velocidad con la que fluye la sangre por la cantidad de luz que se absorbe o refleja.
Por lo tanto, cuando la luz se refleja en la superficie brillante de una taza de café o, como en este caso, en la blancura del papel higiénico, los sensores se confunden y producen lecturas incorrectas.
Con esta explicación dada, un ingeniero chino aseguró que esto no impide que los dispositivos realicen su función correctamente y aconsejó a sus usuarios que no tengan miedo a confiar en sus mediciones. Ahora que, si detectan eso en los extraños muñecos que su tía ha guardado por décadas en su closet, tal vez lo mejor sea tener a la mano un lanzallamas o algo por el estilo.
