Wes Anderson ha dejado de ser un director que sólo los “jóvenes alternativos” disfrutaban, poco a poco su reputación como director y escritor de increíbles largometrajes ha ido creciendo, todo gracias al sello creativo que caracterizan sus cintas.
El tratamiento estético de sus películas es reconocible en el momento desde que el primer cuadro es proyectado, la fotografía, la paleta de colores, la cámara centrada, tomas panorámicas, el uso de capítulos, los movimientos sutiles de la cámara, etc.
La obsesión de Anderson por la simetría se justifica pues cada detalle -ya sea de la escenografía, el vestuario o el diseño de producción- están cuidados, pues estos forman parte de la narración y no son sólo un adorno para la cinta. Visualmente es increíble ver sus películas.
No sólo ha alcanzado el reconocimiento por su estética visual, sino que los temas tratados en sus cintas son profundos si se deja de lado el impacto de la imagen; desde familias disfuncionales, hasta la muerte.
El ilustrador Dingo Francisco realizó una serie de postales inspiradas en las locaciones ficticias de ocho películas de Wes Anderson, haciendo parecer que en realidad existen y que podrías enviarlas cuando te encuentres ahí.
The Grand Budapest Hotel
The Darjeeling Limited
The Life Aquatic with Steve Zissou
Rushmore
The Fantastic Mr. Fox
The Royal Tenenbaums
Moonrise Kingdom
Bottle Rocket
También hizo estampillas diseñadas para cada postal
Si les gustaron, las pueden comprar acá.
***vía: Society6