Trabajar como fotógrafo es uno de los oficios más difíciles que existen. Quienes se adentran a esta carrera deben estar siempre con los ojos bien abiertos para no perder detalle de nada, desde el más mínimo gesto o la más poderosa mirada, desde la quietud del ambiente hasta la explosión de un edificio. Sin embargo, muchas veces el trabajo de los fotoreporteros se complica por diferentes situaciones, ya sea que hay mucha gente o porque no es lo que el medio para el que trabajan requiere.
Tristemente, a veces los fotoreporteros también deben enfrentarse a las figuras públicas, como le ocurrió al fotógrafo personal del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, que como reporta DailyNK, fue despedido porque accidentalmente tapó el cuello de Jong-un con el flash de su cámara.
El hombre de 47 años de apellido Ri viajó con Kim Jong-un para la segunda cumbre con el presidente de Estados Unidos. En un momento, cuando el fotógrafo estaba tratando de captar la aparición del líder norcoreano en público, este se acercó para poder captarlo, pero sin querer su flash impidió que los asistentes vieran el rostro de Jong.
Por lo anterior, el fotógrafo fue despedido y acusado de “ajustar el ángulo para que el flash de la cámara cubriera el cuello del Camarada, Líder Supremo y Respetado”, además, parece ser que este hombre también quebrantó una norma que impide que los fotógrafos se acerquen a Kim, por lo menos estando a 2 metros de distancia.
Por si fuera poco, Ri fue expulsado del Partido de los Trabajadores de Corea, “convirtiéndolo en un ciudadano de segunda clase”, bajo la acusación de “acto antipartidista de dañar la Dignidad Suprema de nuestro Partido”.
