A pesar de los avances tecnológicos que poseemos el día de hoy, aún quedan muchos misterios en este mundo y muchos de ellos tienen que ver con nuestra historia como humanidad. Entre las civilizaciones antiguas que han creado más fascinación, se encuentra la de los egipcios.
Considerada como una de la civilizaciones más avanzadas de su época, los misterios que guardan sus impresionantes edificaciones, las cuales sirven como las tumbas de antiguos Faraones, han sido la inspiración de múltiples exploradores y por supuesto, de muchos saqueadores.
Pero una de las figuras más enigmáticas, es sin duda la del joven Faraón, Tutankamón, quién a los 10 años tomó posesión del trono. A partir de su descubrimiento en 1922, está tumba es considerada como uno de los descubrimientos más importantes en la historia de la humanidad. Además de ser el protagonista de una “maldición”, ya que todos los exploradores que entraron a la tumba, murieron poco tiempo después.
El día de hoy, sabemos que esta supuesta maldición en realidad tiene una explicación. Debido a las bacterias que se formaron durante los siglos que esta tumba permaneció cerrada, se convirtió en un nido de enfermedades y tomando en cuenta que esta exploración se llevó a cabo hace más de 90 años, no es sorpresa el que se la haya atribuido a algo sobrenatural las muertes de estos hombres.
Afortunadamente, los avances tecnológicos, han llevado a una exploración más segura de estos recintos. Gracias a esto, investigadores japoneses han hecho nuevos descubrimientos al realizar un escaneo de la tumba:
Este escaneo demostró la existencia de 2 habitaciones secretas. Se cree que los restos encontrados en estas cámaras son de origen mineral (metales) así como orgánicos.
Lo cual ha llevado a especular la existencia de cuerpos momificados y entre los cuales se pueden encontrar los restos de la reina Nefertiti, esposa del Faraón Akhenaten, padre de Tutankamón.
Nefertiti es una figura igual de importante que el mismo Rey Tut. Siendo la única evidencia de su existencia, los jeroglíficos encontrados en estas tumbas, al igual que un busto de 3 mil 300 años de antigüedad.
Estos descubrimientos, significan ampliar nuestro conocimiento sobre lo ocurrido en el reinado de Tutankamón, dejándonos entender mejor la forma en la que vivía la gente de esas épocas.
