Las películas de terror se han encargado de crear miedos en nosotros, gracias a diversas situaciones traumáticas. Podríamos nombrar un montón de ejemplos, pero en esta ocasión queremos hablar en específico de algo que nos pone los pelos de punta: que nos entierren o más allá estando vivos. Bueno, pues esto llegó a la vida real y le pasó a una mujer, que estuvo a punto de ser cremada cuando se dieron cuenta de que estaba vivita y coleando.
Todo esto sucedió en una clínica en la ciudad de Resistencia, que pertenece a la provincia de Chaco, Argentina. Resulta que el pasado 23 de una señora de 89 años llegó a ese lugar y la internaron de urgencia por una falla en el sistema biliar; sin embargo, cuando su hija la fue a visitar al día siguiente le informaron que su madre había muerto. De hecho le entregaron el acta de defunción y comenzó los trámites para darle el último adiós.
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La señora de la nada despertó
De acuerdo con medios locales, a la mujer la velaron como ella siempre lo pidió, pero unos minutos antes de que la cremaran ocurrió lo impensable. Al acercarse a despedirla, la hija notó que el cubrebocas de su mamá se movía, y para sorpresa de todos estaba respirando. Pero antes de que pudiera reaccionar a lo que estaba viendo, de la nada y sin pensarlo la señora abrió los ojos para ver a su retoño.
Supuestamente, había fallecido de un paro cardiorrespiratorio, pero al confirmarse que esto no fue así, la hija no se quedó con los brazos cruzados. De inmediato hizo una denuncia formal ante la Comisaría Primera de Resistencia, esto por mala praxis del hospital privado al declararla muerta, además mencionó que toda esta experiencia traumática –obviamente– le causó una conmoción muy grande.
Al final, la señora regresó al mismo hospital
“La denunciante se hizo presente en la crematoria a fines de despedir los restos de su madre y, al acercarse al cajón, constató que su madre tenía signos vitales, por lo que de forma inmediata informó al personal del lugar, con el fin de trasladarla nuevamente al sanatorio”, dijeron las autoridades al respecto.
Pero aunque finalmente es bueno saber que la señora estaba vivita y coleando, a la mujer la volvieron a internar en la misma clínica y hasta el momento de redactar esta nota su estado de salud es grave. No cabe duda de que en muchas ocasiones –como esta– la realidad supera y por mucho a la ficción.
