Se antoja tener esta suerte, la verdad… Pues sí, así como lo leen, un hombre llamado Dennis Willoughby se ha vuelto viral en los recientes días debido a que así nomás, salió a comprar leche para la familia y ¡PUM! Se llevó un millón de dólares.
La cosa es que este sujeto, como muchas otras personas, pasó a comprar sus productos y de repente se le ocurrió que pues no perdía nada con comprar un boleto de lotería. Y al contrario, ganó más de lo que seguramente pensaba. Ahí nomás para que vean que, en una de esas, si le hacen caso al ‘pues a ver qué pasa’, se pueden llevar una sorpresota.
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Hombre fue comprar leche… y regresó con un buen dinerito en la bolsa
Esta es una de esas historias que parecen de película, pero no lo son. Y si le agregamos que pasó tan solo a unos días de que llegue el Año Nuevo, uno nomás se queda pensando en la tremenda suerte que este sujeto tiene. Pues como les contábamos, el Dennis Willoughby salió un día como si nada a comprar leche con chocolate para sus hijos.
Fue así, bien fortuito, que entró a una tienda de conveniencia localizada en el estado de Richmond, Virginia para hacerse con sus comprar. Y bueno, se le hizo fácil comprar un boleto de la lotería de Virginia; el conocido Platinum Jackpot que tenía un acumulado de 1 millón de dólares.
Total, ¿qué puede uno perder por intentarlo? Pues nada en realidad y aunque las probabilidades dicen que está canijo ganarse el premio mayor, el buen Dennis se acaba de convertir en uno de los pocos afortunados que se han ganado esa lotería. De hecho, de acuerdo con lo que mencionó la gente detrás del concurso (vía The Sun), las probabilidades de ganar este premio eran de 1 en 1 millón 623 mil posibilidades. ¡OLV!
Pero heeeeeeey, aquí había truco…. La persona que ganara el Platinum Jackpot podía escoger que le pagaran el monto total del millón de dólares a plazos durante 30 años. O bien, podía llevarse el premio en efectivo por 640 mil 205 dólares antes de impuestos. Dennis escogió esta última opción y así, se llevó más de 600 mil dólares a casa ‘en caliente’.
Así que ya se saben la lección: si un día salen a hacer la despensa y se les antoja comprar un boleto de lotería o lo que sea, en una de esas se pueden llevar una grata recompensa como el suertudo del señor Willoughby. Repetimos: se antoja esa suerte, ¿sí o no?
Cha-le: Captan a vendedor tirando sus algodones de azúcar porque no le compraban nada
