En este punto de la conversación, el término, el concepto y la funcionalidad de los llamados deepfakes ya no algo es nuevo como tal. Seguramente ya has visto alguno por ahí viralizándose en redes sociales y eso sí: el primer encuentro con uno de estos peculiares videoclips te toma por sorpresa. El hiperrealismo que se nos muestra es para volarnos la cabeza.
La cosa es que aunque esta tecnología desarrollada dentro del universo de la Inteligencia Articifial ya tiene unos años en circulación, eso no quiere decir que no este evolucionando; de hecho está dando pasos agigantados. Y lo que en un momento servía primordialmente como un medio de entretenimiento, ahora está encontrando un lugar muy importante en otras industrias y ámbitos más serios, por decir lo menos.
¿Cómo han evolucionado los deepfakes y los conocidos ‘medios sintéticos’? En esta ocasión, toca repasar cómo esta tecnología está cambiando al mundo.
¿Qué es un ‘deepfake’?
Reiteramos: el término ‘deepfake‘ no es algo que el mundo no conozca. Como dijimos, ya tiene unos añitos que algunos videos virales y una que otra tendencia han salido de ello. Sin embargo, vale la pena recapitular brevemente qué son, cómo se hacen y cuál es el asunto con esta tecnología.
Si pudiéramos definirlo en un concepto muy general, podemos decir que un deepfake es un montaje audiovisual falso y lo más común en todo caso, es suplantar el rostro y/o la voz de una persona por los de otra. Pero la cosa no es tan vaga como suena. Una vez más, nos remontamos a las funciones de la Inteligencia Artificial (IA) y el hiperrealismo.
Deepfake como término, nace de la conjunción de ‘deep learning’ -aprendizaje profundo- y ‘fake’ -falso-. En ese sentido, el aprendizaje profundo viene de esta rama de la IA llamada ‘aprendizaje automático’, en el que redes neuronales artificiales desarrollan la capacidad de analizar determinado material de origen para tomar una parte del mismo, insertarlo en otro material (un video por ejemplo), pulirlo y adaptarlo de manera que se vea lo más real posible.
Es decir, es un montaje audiovisual tratado de la manera más minuciosa posible y todo es gracias a la ya mencionada Inteligencia Artificial. A su vez y de manera menos coloquial, esta tecnología deepfake ha sido denominada como ‘medio sintético’, que a grandes rasgos se refiere a la creación, producción y desarrollo de información o data a través de medios automatizados.
Su uso en el mundo del entretenimiento
Como fenómeno viral, los deepfakes comenzaron a recorrer el mundo del internet a gran escala por ahí de 2015 y de a poco, se han establecido en diferentes ámbitos. Lo más común hasta ahora, ha sido ver algunos videos virales hechos con esta tecnología para cambiarle el rostro a los famosos. En ese sentido, uno de los contenidos que más se popularizó en los años recientes fue el de Jennifer Lawrence durante un discurso en los Golden Globes, pero con la cara de Steve Buscemi.
Otro ejemplo de deepfakes virales son los que el youtuber Ctrl Shift Face (uno de los creadores más populares en el ámbito) ha realizado desde 2019, cuando se hizo tendencia su trabajo montando la cara de Jim Carrey en el cuerpo de Jack Nicholson para darle un curioso toque a las escenas de The Shining.
Pero el asunto con los deepfakes virales no es ajeno de la informalidad o de los creadores de contenido en internet. De hecho, en la industria del entretenimiento más tradicional, propiamente la televisión, el cine y hasta la publicidad han hecho lo suyo en este campo.
¿Qué tanto ha avanzando en la industria del entretenimiento la tecnología deepfake y cómo se está arraigando? No nos vayamos demasiado lejos. Apenas en diciembre de 2020, terminó la segunda temporada de The Mandalorian (abrimos ALERTA DE SPOILER si no la han visto) y el final dejó a los fans sorprendidos porque estábamos viendo una recreación de un joven Luke Skywalker muy fiel a la imagen de Mark Hamill en la primer trilogía.
Luego del estreno del último capítulo -una bomba que detonó en redes-, era casi un hecho que algún creador en internet haría lo propio para recrear la icónica escena de la serie. Y dicho y hecho: el sujeto conocido como Shamook subió a su canal de YouTube un deepfake del propio Luke, que honestamente se veía mejor que el que Lucasfilm hizo. Acto seguido, la productora propiedad de Disney, a través de su departamento de efectos especiales, contrató al youtuber (POR ACÁ les contamos esa historia).
Dentro de la rama comercial, una compañía llamada Synthesia -que usa estas tecnologías para crear anuncios publicitarios- hizo algo similar teniendo a Snoop Dogg como su protagonista. El rapero había filmado en 2020 un comercial para la cadena británica de comida a domicilio JustEat. El anuncio fue rotundamente un éxito, tanto que quisieron aprovechar el mismo material para promocionar algunas de sus subsidiarias a nivel internacional.
JustEat es dueña de la australiana MenuLog, así que la idea era hacer que en el mismo comercial, Snoop apareciera diciendo ‘MenuLog’ para su retransmisión en tierras oceánicas. Evidentemente, regrabar con el artista supondría un gasto mayor, así que ni de chiste era una opción…. Y ahí es donde entró Synthesia , su uso de la IA y los medios sintéticos (o deepfakes) para lograr el cometido.
El lado oscuro de los deepfakes en el entretenimiento
Por supuesto, una herramienta como la tecnología deepfake no solo puede verse desde el lado ‘lindo’ del asunto. De hecho, hay creadores de contenido que han hecho lo propio de manera perjudicial, montando rostros de celebridades -la mayoría mujeres- en videoclips pornográficos.
Uno de los casos más sonados tuvo lugar en 2017, con un creador de contenido llamado a secas Deepfakes quien hizo circular un montaje del rostro de Gal Galdot, la estrella de Wonder Woman, en un video sexual. Y así, otras celebridades como Scarlett Johansson, Maisie Williams, Taylor Swift y más también han sido ‘replicadas’ -por decirlo de una manera- de la misma forma.
“Esto [el uso de los deepfakes] ya no es un ciencia espacial”, dice en una entrevista a la edición anglosajona de Vice el investigador de IA Alex Champandard, quien además menciona la facilidad con la que un usuario puede acceder a estos tipos de software de código abierto. Y si a eso agregamos el hecho del banco de fotos y videos en alta resolución que hay en internet de determinado artista, entonces la cosa viene un poco mal.
Por otro lado, algunos creadores mejor intencionados mencionan que si bien ya no es tan complicado hacer un deepfake, armar uno que sea completamente convincente sí es más laborioso, tardado y caro. “No puedes hacerlo con solo presionar un botón… “, dice a The Verge el creador de efectos especiales Chris Ume, conocido en TikTok por sus bastante bien diseñados trabajos utilizando la cara de Tom Cruise.
@deeptomcruiseMaking real music again!♬ original sound – Tom
¿Un problema en la política internacional?
El lado oscuro del deepfake no solo se encuentra plasmado en el terreno del entretenimiento. En el ámbito de la política y las relaciones internacionales, esta tecnología ya ha despertado cierto temor en el país más poderoso del mundo. Solo para que se den una idea, en marzo de 2021 el FBI emitió un comunicado donde menciona que algunas instancias rusas y chinas han estado implementando la IA para creación de imágenes sintéticas, con medios de comunicación y periodistas falsos como sus principales difusores de propaganda antiestadounidense.
Si se trata del caso de la política, uno de los videos deepfake que más sorprendió al mundo en su momento fue el que se viralizó en 2018 con un discurso en el que vemos a Barack Obama diciendo “el Presidente Trump es una completa mierd*”. El hiperrealismo de la imagen es impresionante, pero las imágenes al final de cuentas eran un deepfake creado por el cineasta Jordan Peele. ¿Su objetivo? Crear conciencia sobre la necesaria atención que debemos tener con lo que encontramos en internet, en especial las llamadas ‘fake news’.
En este punto, vale la pena señalar cómo dicha tecnología está cambiando al mundo para bien o para mal. “Lo increíble de los deepfakes y los medios sintéticos es el ritmo de aceleración en lo que respecta a la tecnología. Y entre cinco y siete años, básicamente estamos mirando una trayectoria en la que cualquier creador, sea un YouTuber o un TikToker, podrá crear el mismo nivel de efectos visuales al que solo puede acceder los estudios de Hollywood con los mejores recursos en la actualidad”, dice la consultora en tecnología Nina Schick a CBS en una reciente entrevista.
Basándonos en esa premisa, las balanza de implicaciones es enorme. Por un lado, la tecnología deepfake supone un importante abanico de posibilidades para creativos, creadores de contenido y más… y desde otra parte, queda implícito el riesgo que se corre cuando se habla de la imagen de ciertos actores del panorama internacional.
Como sea, muchos expertos siempre invitan a que se verifique el contenido a través de medios confiables y fuentes de información fidedignas antes de armar juicios sobre lo que vemos en esos contenidos. Pero algo es cierto: la evolución de los medios sintéticos y el deepfake, aún tiene mucho trecho que abarcar.
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