Todos hemos vivido incómodos en la oficina, ¿verdad? pero nada se compara con la pesadilla de que nos dé el retortijón o diarrea en plena jornada laboral. Pensando en todos los godínez que hemos sufrido los estragos de la diarrea en plena reunión, recordamos los 5 peores momentos en que nos pega el retortijón en la chamba. ¿Con cuántos te identificas?
1. En el trayecto rumbo al trabajo o de regreso a su casa
Imagina que vas con el tiempo contado a la oficina y de repente justo en medio del tráfico, o apretad@ en el metro y lejos de un baño, sientes ese inconfundible retortijón. No hay a donde correr y cada minuto parece una eternidad. A veces hasta empezamos a negociar con el universo: “Porfa, déjame llegar a tiempo al baño y prometo nunca más comer tacos de la esquina.”
2. Durante una reunión en la que todos escuchan nuestro estómago rugir
¿Te ha pasado que estás en una reunión importante, tratando de concentrarte, y tu estómago tiene otros planes? El retortijón es tan fuerte que todos en la sala pueden escucharlo y todos se preguntan lo mismo “¿alguien trajo un oso a la oficina?” En ese momento, toca interrumpir al jefe o a tu cliente para dejarles saber que necesitas ir, más bien correr, a un baño.
3. Cuando los baños de la ofi están ocupados y nos toca correr a buscar otro
A veces alcanzas a llegar al baño antes que el retortijón se ponga pesado, pero resulta que está ocupado. ¿Qué haces? No puedes esperar a ver cuánto se tarda Juanita de RH. Te toca correr a otro piso o buscar desesperadamente otro baño disponible. Y si la situación se repite, tienes que salir a la calle a buscar un baño público y es cuando te preguntas “¿por qué le pasan cosas malas a la gente buena?”
4. En un elevador lleno junto a tus colegas
Acaba de terminar tu hora de comer y vas de regreso a tu puesto, feliz de haber echado chisme, digo de haber comido, cuando de repente sientes el retortijón. No hay escape, vas en el piso 2 y aunque el baño está en el piso 4, el elevador se va parando para que suban y bajen otros de tus colegas. Estás atrapad@ y cada piso parece que tarda una eternidad. Lo peor de todo es que cuando llegas al piso indicado no te bajas porque sientes que cualquier movimiento en falso va a causar estragos en tu estómago y el elevador.
¿Ya te dio el retortijón? ¡No todo está perdido!
Admítelo, te ha pasado alguno de estos momentos al menos una vez. Pero ya no tienes que sufrir, porque te vamos a presentar un medicamento para estas y otras situaciones incómodas. Se trata de Treda, que puede ayudar a detener la diarrea infecciosa y no infecciosa. ¿No sabías que existen estos dos tipos de diarrea? La diarrea infecciosa es causada por bacterias, virus o parásitos, mientras que la diarrea no infecciosa puede ser el resultado de estrés, cambios en la dieta o intolerancias alimentarias; algo que muchos godínez sufrimos.
Seguramente has visto los espectaculares de Treda en tu trayecto al trabajo, pues ahí están para recordarte que la diarrea puede atacar a cualquiera en cualquier momento, así que al sentir el primer retortijón puedes lanzarte a una farmacia a buscar Treda. Lo mejor, viene en dos presentaciones, tabletas y suspensión, ambas igual de efectivas. La suspensión es ideal para aquellos que no pueden tragar; además de tener sabor almendra-cereza, no contiene gluten ni azúcar. Claro que es muy importante siempre consultar a tu médico.
¡Mantén a Treda cerca y evita que esos retortijones arruinen tu día!