Marta Kolanowska y Dariusz Szlachetko, afiliados de la Universidad de Gdansk, Polonia, junto con el colombiano Ramiro Medina Trejo, descubrieron al sur de Colombia una extraña población 30 orquídeas de color púrpura-rojizo y granate nunca antes vista.
Sin embargo, la verdadera noticia no es el descubrimiento de esta clase de orquídea, ni que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) la considera en peligro crítico de extinción debido a que únicamente se les conoce un único hábitat, que en este caso es un bosque montañoso ubicado en el límite de los departamentos colombianos de Nariño y Putumayo. En realidad, si alrededor del mundo se habla de esta orquídea es porque en el centro de la flor se puede ver perfectamente el rostro del diablo:
Ay ama’, cruz, cruz, cruz, que se vaya el diablo y venga Jesús.
De acuerdo a la revista PhytoKeys, esta orquídea es conocida como Diabolicus Telipogon y tiene un tallo que mide entre 5.5 y 9 centímetros de altura. Además de la cara del chamuco y sus colores, otra de sus características son los pétalos desgarrados, algo muy frecuente en las orquídeas colombianas.
La verdad sí se ve bien maligna…