Ahora sí que se llevó el “secreto a la tumba”. Gerald Cotten, el fundador de Quadriga CX, una empresa canadiense de criptomonedas, murió repentinamente en diciembre… y ahora su compañía está perdiendo millones de dólares debido a que no le dejó a nadie las contraseñas ni las claves de recuperación de las monedas digitales.
¿Y eso cómo afectó a la empresa? Resulta que al llevarse las contraseñas, los empleados de la compañía no puede acceder al dinero digital que no solo es de la corporación, sino que también es de los clientes que tienen alrededor del mundo. La suma total del dinero al que no tienen acceso es de aproximadamente 190 millones de dólares que se encuentran vagando por ahí sin que nadie pueda disponer de ellos.
Este problema se suscitó luego de que el Canadian Imperial Bank of Commerce congelara 28 millones de activos de la compañía porque no pudieron identificar a los dueños de los fondos ya que el único que tenía acceso a esos datos era el dueño. ¿Neta no confiaba en nadie?
Gerald Cotten murió a principios de diciembre de 2018 debido a que padecía la enfermedad de Crohn, sin embargo, ahora los clientes de Quadriga CX están pidiendo pruebas de que esto sea verdad y de que no se trate de un fraude.
De acuerdo a La Vanguardia, la esposa de Cotten, Jennifer Robertson, declaró recientemente que los 190 millones de dólares se encuentran en monederos a los que ella no tiene acceso, pues ni por ser la pareja del CEO de Quadriga CX le fueron confiadas esas contraseñas.
“El portátil desde el que Gerry gestionaba el negocio está encriptado y no conozco la contraseña ni la clave de recuperación. A pesar de buscarlas repetidamente, no he podido encontrarlas escritas en ninguna parte“, comentó.
Para evitar más problemas y en lo que aparentemente solucionan los que ya tienen con sus clientes, el pasado 31 de enero, Quadriga CX presentó una solicitud de protección de acreedores ante el Tribunal Supremo de Nueva Escocia y ya han cesado sus actividades.