Estos últimos días no se caracterizan por haber estado llenos de buenas noticias. El coronavirus, o COVID-19, azotó a buena parte del planeta causando más de 20 mil muertes a nivel mundial. Ha dejado a la economía en una situación muy difícil, y casi todas las industrias presentan un alto total de actividades. Justo por eso, es que las noticias que hacen sonreír, son más necesarias que nunca. Para sorpresa y alegría del zoológico privado BioZoo ubicado en Córdoba, Veracruz, un bebé tigre nació en sus instalaciones. Aprovechando el momento que vive el mundo, los dueños del zoológico decidieron nombrarlo Covid.
De acuerdo a la información que comparte el periódico New York Post, el pequeño felino nació el pasado 14 de marzo, y su llegada la describen como algo increíblemente positivo para el zoológico. En estos tiempos de aislamiento, el BioZoo se ha visto cada vez a menos gente visitar sus instalaciones, algo que afecta su funcionamiento al igual que el de millones de otros lugares, locales y negocios. Pero el pequeño Covid les da esperanza para que cuando todo esto quede atrás, la gente quiera ir a verlo jugar.
“El nacimiento del tigre fue una sorpresa para todos”, dijo Kitzia Rodríguez, hija del dueño del zoológico y veterinaria allí. “No sabíamos que estaba en camino”. Hablando de lo positivo de su llegada, Rodríguez también añadió: “Va a tener un gran impacto porque la situación en este momento es difícil para todos, incluso para nosotros”, dijo. “Pero creo que el nacimiento, a pesar de la situación, nos ayudará y nos dará esperanzas para continuar, para que podamos tener visitas. Covid fue un regalo”.
Por el momento, BioZoo tiene sus puertas abiertas al público, pero con todo lo que está viviendo el país, es probable que pronto tengan que dejar de operar. Este zoológico, además de ser un excelente lugar para pasar el día y ver a Covid, es un refugio para animales que han sido víctimas de violencia en circos y colecciones privadas. De hecho, ambos padres de Covid son tigres rescatados de estos lugares. Su madre de ocho años fue parte de un circo y tuvo que ser atendida después de que se fracturara la cadera. Su padre de seis años, se unió al refugio después de lastimarse la boca al morder un jarrón en la casa donde estaba recluido.
