¿Eres bueno resolviendo cubos de Rubik? Si tu respuesta es afirmativa, puede que este video no te interese. Se trata de una genial forma de hacer parecer como si fueras un genio del famoso cubo de colores cuando, en realidad, no lo eres. ¡Aquí te presentamos la forma de hacer trampa!
El cubo de Rubik es un juego de habilidad mental que, en realidad, no es tan complicado como parece. La forma de empatar todos los lados es apenas un proceso matemático sencillo de prueba y error que eventualmente te llevará a alcanzar el órden de los colores; sin embargo, para algunos, el proceso es tan complicado que de plano lo evitan como si fuera la plaga.
En el video que mostramos a continuación, el hombre nos enseña dos formas de resolver el cubo como si en realidad supiéramos lo que hacemos: la clave se encuentra en girar la parte inferior y lateral del cubo unas 105 veces hasta que, eventualmente, lleguemos al punto de inicio (donde los colores están empatados).
Otra de las formas mostradas es un simple juego de memoria de dos pasos: El primero consiste en recordar que la pieza central del cubo jamás se movera y que las piezas centrales blanca y azul deben encontrarse arriba y enfrente respectivamente. El segundo paso incluye girar el panel izquierdo del cubo para arriba, luego el panel derecho hacia abajo, para luego girar a otra cara del cubo para repetir el proceso; una vez que obtengamos un patrón aparentemente complicado de combinación de colores, podremos dejar el Rubik botado por ahí para que en el momento en que haya visitas, digamos: “Ah, no terminé de resolver mi cubo”.
Es ahí donde comienza el truco, y es que lo único que debemos hacer para resolverlo like a boss es hacer el proceso que hicimos originalmente pero en reversa (siempre y cuando las piezas centrales blanca y azul se encuentren en la posición inicial), al final, podrás resolver el cubo en cuestión de segundos, impresionando al mismo tiempo a amigos y extraños.
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