“Sin tráfico me hago media hora y con tráfico hasta dos horas”, ¿te suena esta frase? Si vives en la Ciudad de México seguramente la has dicho más de una vez. Y es que más del 55% de la población tiene que cruzar diariamente la ciudad de punta a punta para trasladarse de un lado a otro.
Actualmente el tránsito pesado lo vemos como algo normal pero no debería ser así, pues es el principal causante de que las grandes ciudades ocupen al menos tres cuartas partes de la energía a nivel global y por lo tanto, de producir el 75% de las emisiones de dióxido de carbono que provienen de la energía.
¿Sabías que en México tenemos una de las ciudades más contaminadas del mundo? En 2019 se emitió en Tula, Hidalgo, una declaratoria de emergencia ambiental por las miles de toneladas de dióxido de azufre que emite una central termoeléctrica de la zona. Aunque es cierto que es casi imposible reducir el consumo energético de las poblaciones crecientes, siempre se pueden encontrar soluciones que disminuyan el porcentaje de emisiones liberadas a la atmósfera.
Para que te des un quemón, grandes ciudades alrededor del mundo se han unido al pacto propuesto por la Organización de las Naciones Unidas, “Race to zero” (carreteras cero emisiones) y por supuesto, México se encuentra dentro de esta alianza con 23 ciudades que implementan medidas sustentables, entre las que se encuentran: El Salto, Guadalajara, Ciudad de México, Irapuato, Juanacatlán, León, Mérida, Monterrey, León y Zapopan. ¿Y de qué manera le estamos entrando al cambio? Ahí te va.
Ciudad de México
La capirucha se encuentra en pleno despliegue de energías renovables en lo que se refiere a generación de energía eléctrica, calor y frío y gestión de edificios. Un cambio que ha beneficiado a millones de habitantes es la notable electrificación del transporte público, que comenzó con el tren ligero, el trolebús, metro y de un tiempo para acá autobuses eléctricos en algunas líneas del metrobús.De hecho, se tienen metas establecidas para la adquisición de más autobuses de este tipo para que inicien operaciones por toda la ciudad. ¡Ya era hora! ¿No?
Por otro lado, la energía solar es la fuente de energía renovable con más potencial acá en Chilangolandia, desde 2019, año en el que el Gobierno de la Ciudad de México presentó su iniciativa Ciudad Solar. De hecho, ya se está construyendo la granja solar en la Central de Abastos, donde se instalarán paneles en los techos para abastecer de electricidad a este mercado, uno de los más grandes de Latinoamérica.
Mérida, Yucatán
Esta ciudad ya comenzó a implementar acciones para disminuir los efectos del cambio climático de una manera bastante interesante. Chécate, han invirtiendo en ciclovías e infraestructura de transporte no motorizado, diseños de programas de movilidad sustentable enfocadas en el uso del transporte público, peatonal y ciclista basada en su Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable. Y la cosa no para ahí, también han introducido el uso de tecnologías limpias para el alumbrado público, uso de luminarias de bajo consumo energético, implementación de paneles solares en 99 edificios administrativos e incentivos fiscales para hogares y comercios que cuenten con paneles solares y azoteas verdes. ¿Qué tal?
Guadalajara, Jalisco
Esta entidad también ya le entró a la red de transporte público eléctrico sin cables con una primera ruta, que busca reducir hasta cuatro mil toneladas de dióxido de carbono. Con esto, además, se cumple con la agenda ambiental del estado, y los compromisos adquiridos en el Acuerdo de París contra el cambio climático.
Migrar hacia un consumo de electricidad más sustentable nos permitirá ampliar el uso de todas estas soluciones en las ciudades, para lograr un estilo de vida más verde y limpio, que a la vez nos ayude a combatir el cambio climático, que es el principal enemigo de nuestra salud y de nuestro futuro.
Una cosa que hay que resaltar es que de nada sirve que todo sea eléctrico e “inteligente” si seguimos utilizando fuentes de energía contaminantes, también hay que voltear a ver las energías renovables como la solar, la del viento y el agua y hacer uso de esos recursos. Es cierto que no podemos hacer cambios drásticos de la noche a la mañana, pero sí podemos ser parte de la transformación de las ciudades para tener un mejor bienestar. ¡Sé parte del cambio!
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