Uno no necesita ser un genio para saber que fumar es un hábito muy frecuentado en todo el mundo y al mismo tiempo, una de las causas principales por las que la banda deja de existir antes de lo esperado. Ya saben, nadie va por ahí y se topa con un cáncer de pulmón sólo porque sí.
En fin, no vamos a decirles lo que deben hacer y lo que no en esta vida, pero sí vamos a compartir lo que recientemente revelaron los estudios del Centro Oncológico Integral de la Universidad Estatal de Ohio. Estos más que nada explican que los cigarrillos light son aún más peligrosos que los comunes.
Fumar cigarros light te pone en un riesgo mayor de desarrollar cáncer pulmonar
Tomando en cuenta lo que dicen las investigaciones, los agujeros de ventilación encontrados en los filtros de estos pitillos hacen que quienes los consumen inhalen una cantidad de humo mucho mayor que la habitual. Como consecuencia, los pulmones absorben más toxinas y los riesgos de adquirir tumores malignos son más altos en comparación con quien se fuma un cigarro común.
Otros estudios, como el publicado en la revista Journal of the National Cancer Institute, revelaron que en efecto, la relación entre dichos agujeros y el incremento en las tasas de adenocarcinoma pulmonar en los últimos 20 años, es una realidad.
Los cigarrillos light existen desde hace más de 50 años con el simple propósito de satisfacer la demanda de un tabaco con un menor contenido de alquitrán. En un principio parecía una estrategia buena, ¿no? Lástima que sólo sirvió como cortina de humo para engañar a todos los fumadores que querían llevar su vicio a un nivel más saludable.
A pesar de que la ley y los medios de comunicación han luchado por décadas para restringir el uso del tabaco en lugares públicos y generar consciencia acerca de los peligros de consumirlo en exceso, lo cierto es que el índice de cáncer es mucho mayor al que existía años atrás. La razón de que esto sea así es sencilla: la gente consume cada vez más cigarrillos light que hace unos años.
Cabe mencionar que esta problemática ha sido motivo de discusión desde los años 70, pero las agencias sanitarias no se han puesto las pilas para hacer algo serio al respecto. La acción más grande que se ha tomado en respuesta a esta situación, es que actualmente se tiene prohibido a las empresas etiquetar sus productos como “bajos en nicotina, alquitrán o light”.
No podemos armar una campaña para que la gente deje de fumar o algo por el estilo, pero tampoco hace daño compartir información que cura.