Una de las grandes cuestiones que se ha hecho la humanidad desde el momento que empezaron a creer en dioses es, ¿habrá vida después de la muerte?
De hecho, esta cuestión es la base de las religiones Abrahamánicas, ya sea cuando el alma llegue al paraíso o al infierno. Y por supuesto, el mundo de la ficción también siempre ha fantaseado con esta idea, cómo lo hemos visto en historias como al de Goku y otras.
Pero al final, cuando uno muere no hay forma de regresar, pero esto no significa que nuestro cuerpo se haya ido del todo. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Washington, han descubierto que al menos mil genes siguen vivos después de 48 horas de la muerte.
Este descubrimiento fue realizado al observar los cadáveres de un ratón y un pez cebra, donde encontraron actividad en 1063 genes. En otros estudios realizados hace algunos meses, descubrieron que esta actividad se dispara después de media hora que el cuerpo deja de funcionar, misma que va en aumento durante las siguientes 24 a 48 horas.
¿Y esto de que nos sirve? Más allá del valor académico y de lograr entender mejor el proceso que llamamos muerte, este descubrimiento podría llevarnos a una mejor preservación de los órganos para trasplante.
Una vez más, la ciencia nos deja boquiabiertos. Solo esperamos que de lograr crear una forma de preservar mejor el tejido vivo, no acaben creando un agente que en realidad logre traer de vuelta a los muertos, porque todos sabemos que eso no puede acabar bien.