Y claro que ahora se le acusa de robar… pero el corazón del oficial.
¿Para qué hacer la guerra cuando se puede gozar del amor? Así lo vio un comerciante de Liuzhou, China, quien, al ver que los azules estaban a punto de llevarse el restaurante que había instalado en vía pública, intentó negociar…
Bueno, la verdad es que como lo hecho por el sujeto constituye una violación a la ley, los oficiales iban directo a arrestar a Huang, nombre del héroe del siguiente video, y a sus camareras… fue entonces que se entró en una muy acalorada discusión que llegó hasta grados más que candentes… sino lo creen, vean esto.
En efecto, además de comerciar en la vía pública, Huang ahora enfrentará cargos de robo… es que le robó un beso al poli, ahhhhh. Claro, como los celos son canijos, los compañeros del agente sabroseado se le dejaron ir a golpes al restaurantero, pues porque también querían su respectivo ósculo.
Ya saben, cuando un policía les pida una mordida, mejor ofrezcan bechito.