Según las autoridades de China, las imágenes que ilustraban el libro de texto no reflejaba adecuadamente “la imagen ‘risueña’ de los niños” del país. Y todo por eso, hay tabla.
Según reporta The Guardian, 27 personas relacionadas con la publicación de un libro de Matemáticas en China serán castigadas. Tras una investigación que duró meses (por ridículo que suene, dicen que así fue), se determinó que las ilustraciones del mentado libro eran “trágicamente feas”.
La investigación fue realizada por un grupo especial del Ministerio de Educación de China… bastante especial, como para señalar que las ilustraciones “no eran hermosas” en el mejor de los casos; “bastante feas” en el peor y que “no reflejaban adecuadamente la imagen risueña de los niños de China”.
Pese a que el libro fue publicado por People’s Education Press desde hace casi 10 años, las autoridades de China apenas se dieron cuenta… y todo “gracias” a los tiempos digitales. De acuerdo con The Guardian, un profesor publicó las fotos de las ilustraciones y éstas llegaron a la anhelada viralidad en redes por comentarios de algunos internautas.
Aunque para muchos no se ve más que niños echando coto en lo que podría ser la hora del recreo, algunas personas comenzaron a ver detallitos en la ilustración. Algunos bastante perturbadores, diría Dross.
Por ejemplo, se indicó que uno de los personajes de la ilustración no era precisamente un niño… y, peor tantito, éste agarraba a una niña de manera ofensiva. También se señaló que por ahí se ve un caso de acoso (el niño tratando de levantarle la falda a una compañerita) y se detectó un posible tatuaje en la pierna un niño.
No obstante, parece que lo que más le caló a las autoridades de China fue el hecho de notar cierto caracter “pro occidental” en las imágenes. Así que igual las consideraron como “aniquilación cultural”.
Total, toda la cábula e indignación llegó a ojos del Ministerio de Educación, la cual de inmediato comenzó la investigación correspondiente. Esto fue por ahí de mayo. Ahora, casi cuatro meses después, llegó la hora del castigo por “descuidar sus deberes y responsabilidades”.
Entre los sancionados está el propio presidente de la editorial que publicó el libro, a quien se le impusieron deméritos formales, los cuales previsiblemente afectarán su posición como miembro del Partido Comunista.
El editor en jefe y el jefe de la oficina de edición del departamento de matemáticas también fueron sancionados con deméritos… y, además se les despidió de sus empleos.
Las autoridades educativas de China anunciaron que realizarán una revisión de todos los libros de textos, con el objetivo de garantizar que estos “se adhieran a la dirección política y la orientación de valores correctas”.