Cuando eramos niños, todos tuvimos un oso de peluche que era muy especial y que nos acompañó en nuestras más alocadas aventuras y travesuras. Claro que para uno, ese muñeco era más que un simple juguete; era nuestro amigo, confidente, se dormía con nosotros y hasta lo llevábamos a la escuela cuando teníamos chance de hacerlo.
Luego uno creció y se vio obligado a dejar esas cosas atrás, o bien a tu mamá le dio por vender/regalar todos tus juguetes y ese amigo inseparable pasó a vivir sólo en tu memoria. Lloraste y años después recorriste más de un tianguis o bazar para ver si de casualidad las vueltas de la vida te reencontraban con tu pachoncito amigo. Sin embargo, nunca tuviste éxito.
Claro que la suerte de pronto sí le sonríe a algunas personas y ese fue el caso de Karen Vergara, una chica chilena que a través de uno de los famosos hilos de Twitter, nos contó cómo pudo reencontrarse con su oso “Japi”, al cual perdió en un autobús cuando era una niña y que reencontró en un tianguis hace un par de días. Aquí les dejamos la historia en sus propias palabras -o tuits, en este caso- para que vean que el dicho ese de “si amas algo déjalo ir, si regresa es tuyo”, no es tan literal como pensamos:
Les voy a contar una historia, cuando chica soñaba con ir al Venga Conmigo, que animaba el Pollo Fuentes. El programa tenía una sección donde familiares podían reencontrarse con parientes perdidos hace mucho tiempo. Yo quería ir para encontrar al Japi, que pueden ver en esta foto pic.twitter.com/USvy1WsQq1
— Karen Vergara (@Karend3nisse) 3 de junio de 2018
Es el conejito amarillo. Lo perdí poco tiempo después de ese cumpleaños, en un bus Cruz del Sur, con recorrido Puerto Montt-Talcahuano. Lo sufrí mucho, era como un hijo para mi y con el pasar de los años cada vez que veía esta foto en el álbum familiar, lloraba.
— Karen Vergara (@Karend3nisse) 3 de junio de 2018
Mi mamá me aseguró que mi carta había llegado al Pollo Fuentes y que cualquier día me llamarían para ir a contar mi historia y reencontrarme con el Japi. Nunca ocurrió, pero me seguía emocionando con las historias de gente que encontraba a su familia. Eso hasta hoy que por
— Karen Vergara (@Karend3nisse) 3 de junio de 2018
flojera, casi no voy a la feria. Me faltaban unas verduras así que le pedí al niño que me gusta que me acompañara. A la vuelta, caminando por la calle había un señor vendiendo loza y cosas viejas. Mis ojos se posaron en los únicos ojos azules que podría registrar en mi memoria.
— Karen Vergara (@Karend3nisse) 3 de junio de 2018
El Japi estaba ahí, sentado al lado de una fuente para ensaladas. Y por módicos 500 pesos lo recuperé. ❤✨ pic.twitter.com/rNoTbrP4Cw
— Karen Vergara (@Karend3nisse) 3 de junio de 2018
¿Cómo ven esta tierna y conmovedora historia? *Todos corren al tianguis a buscar a sus peluches de la infancia*