El Museo de Historia Natural de Nueva York estrena un edificio anexo. Se trata del Centro Richard Gilder para la ciencia, educación e innovación, un gigantesco edificio, de la arquitecta Jeanne Gang, en el corazón del Manhattan; pero, ¿por qué creemos que será una de las atracciones turísticas imperdibles de Nueva York?
Para empezar, cuando ingresas al Centro Richard Gilder —y desde su fachada— inmediatamente sientes una sensación de asombro, pues destaca por su arquitectura que se aleja del clásico estilo neoyorkino y apuesta por un diseño más contemporáneo pero a la vez “natural”, inspirado en las cuevas y grutas por sus materiales y figuras que imitan la formación geológica. Con este estilo busca atraer a los más aventureros y curiosos por la ciencia e historia para que se embarquen en un viaje de exploración y descubrimiento por sus 5 pisos.
Para los neoyorquinos no es una noticia nueva, pues este Centro tardó nueve años en ser construido. Ocupa 23,000 metros cuadrados. No mentimos cuando dijimos que era enorme, y se financió con las donaciones realizadas por el filántropo Richard Gilder de quien toma retoma el nombre. Luego de tanta espera, por fin abre sus puertas al público a partir del 4 de mayo de 2023.
En Sopitas.com tuvimos la oportunidad de visitar el Centro Richard Gilder antes de su apertura y te contamos todo lo que descubrimos. La conclusión más inmediata: se convertirá en uno de los museos imperdibles para los amantes de la “Gran Manzana”.
El Centro Richard Gilder despierta la curiosidad con módulos interactivos y especies vivas
El Richard Gilder Center resguarda más de 3 mil objetos de la colección del Museo de Historia Natural, destacando por incluir una gran variedad de piezas que se muestran por primera vez, pues han pasado mucho tiempo detrás de escena siendo estudiadas por los expertos.
Estas piezas son mostradas en galería de piso a techo. Están acompañadas de los descubrimientos que se obtuvieron de ellas y los misterios que aún quedan por resolver, además de contarnos el porqué las coleccionan, qué hacen con los estudios de esas colecciones y quién las usa, demostrando que no solo se trata de piezas estáticas de museo.
¡El Richard Gilder es un espacio vivo!
Algo increíble dentro del Centro Richard Gilder es la resignificación del concepto de “museo”, pues este busca acercar lo real al público con espacios como insectarios donde puedes ver de cerca, como lo harían los científicos, el funcionamiento de ecosistemas.
Uno de los espacios más mágicos es el “Vivarium”, un mariposario que resguarda 80 especies entre mariposas y polillas. Podrás estar entre ellas y admirar sus coloridos o camuflados diseños, además de aprender sobre su importante papel en los ecosistemas de todo el mundo.
Una de las más bellas, y quizá la más fotografía, es la variedad de mariposa “morpho”, proveniente del Amazonas y que revolotea por todo el espacio. Sin duda, será uno de los puntos preferidos para los amantes de la naturaleza, instagram y las infancias.
Con las herramientas de la ciencia y tecnología vemos más vida
En un mundo donde la tecnología parece abarcar todos los aspectos de nuestra vida, el aprendizaje no es la excepción, pero este museo tiene una mirada clave al respecto: con las herramientas de la ciencia y tecnología podemos ver más vida, aprender sobre lo que nos rodea y reflexionar al respecto, dejando claro que la tecnología no nos viene a sustituir pero sí a facilitar partes de nuestra vida.
Si bien todo el museo cuenta con pantallas interactivas para profundizar más sobre la información de las piezas, insectarios e instalaciones, uno de los espacios más impresionantes del Centro Richard Gilder es la experiencia inmersiva que nos acerca a “mundos invisibles”, desde el océano, selvas tropicales, parques urbanos y hasta el interior de nuestro cerebro y entender cómo toda la vida en la Tierra tiene un vínculo.
Un espacio para la comunidad
Este es un proyecto transformador, pues dará a los neoyorquinos y visitantes de todo el mundo un espacio para experimentar y conocer sobre el mundo que nos rodea.
Por ejemplo, cuenta con salas totalmente equipadas y que serán de uso comunitario por las escuelas de la ciudad, buscando que todas y todos, sin importar raza, edad u origen puedan compartir la emoción del descubrimiento científico, una acción muy chida en un momento donde entenderle a la ciencia es muy necesario.
La incorporación del Centro Richard Gilder para la Ciencia, Educación y la Innovación refresca a uno de los grandes clásicos de Nueva York, el Museo de Historia Natural, brindando un espacio que retoma y moderniza el objetivo de descubrir, interpretar, difundir y acerca a todas y todos la investigación sobre las culturas humanas, el mundo natural y el universo.
No dudes en incluirlo en tu itinerario si es que andas por la Gran Manzana. Se encuentra en 200 Central Park West, New York, por su puesto a un costado del Museo de Historia Natural.