Si alguna vez escucharon el dicho “al que obra mal, mal le va”, entonces será más fácil hablar de lo que ocurrió con un cazador, justo después de presenciar la muerte de un elefante.

Theunis Bota era un sujeto de 51 años que amaba acabar con la vida de los animales salvajes, hasta que sus acciones cobraron un precio bastante alto. Todo debido a que eligió un blanco demasiado grande y se aproximó a una distancia poco segura para él; y con eso nos referimos a que estaba mortalmente cerca.

Este hombre se encontraba en una cacería grupal en Zimbabue, cuando notó la presencia de una manada de paquidermos. Él y sus colegas decidieron acercarse, pero cuando los animales se dieron cuenta de que estaban en peligro, decidieron defenderse, provocando así una breve estampida.

Uno de los elefantes usó su trompa para levantar a Theunis y, mientras eso ocurría, uno de los compañeros del sujeto disparó. Segundos después, el animal se desplomó, pero lo hizo justo encima del cazador a quien sostenía hace unos momentos, dejando como resultado dos cuerpos muertos.

Éste era Theunis…

De acuerdo con lo publicado en News24, Botha murió casi instantáneamente cuando todo su ser fue aplastado por su presa. Ahora, su esposa, Carika, tendrá que viajar a Zimbabue para poder identificar el cuerpo y decirle a sus cinco hijos que su padre murió haciendo lo que más le gustaba o algo por el estilo.

¿Una tragedia? Tal vez. Pero no es tan triste si consideramos que son más las criaturas que mueren para divertir a aquellos que disfrutan de la cacería. Podemos apostar a que nadie tiene que explicar a la familia del elefante que ya no van a ver a su ser querido jamás.

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