De todos los detalles que la televisión e internet han revelado sobre Carrie Fisher, su personalidad impulsiva es uno que ha cobrado mucha relevancia en estos días. Ustedes podrían pensar que combatir a los malos era algo que sólo hacía en películas, pero algunas fuentes confiables revelaron que también les daba su merecido en el mundo real.
Como saben, ahora mismo el tema de la violencia sexual está muy fuerte; el caso de Harvey Weinstein sólo sirvió para hacer más ruido, ya que la reacción de varias mujeres en el rubro del entretenimiento fue muy notoria. Obviamente, varios medios están reportando las historias de varias celebridades y ahí es donde entra Heather Ross, una gran amiga de Fisher.
Hace unos días, Ross fue convocada a Tucson, Arizona, para participar en un programa de la estación 94.9 MixFM, que se centraba en una discusión acerca de Weinstein y el acoso sexual. A pesar de que ella nunca conoció al sujeto en cuestión, sí tenía una historia qué contar, sólo que ésta incluía a otro productor de Hollywood que curiosamente, también había ganado un Oscar.
U can only warn people what u know. #CarrieFisher stood up 4 me back in 2000 here is my interview with @mixfmtucson https://t.co/EgWe4qz8G6
— Heather Robinson (@ErrorOfMyWeighs) 14 de octubre de 2017
Según las palabras de Heather, todo ocurrió por ahí del año 2000, cuando la invitaron a una “cena de negocios” muy sospechosa con el productor, cuyo nombre no ha sido revelado. Rápidamente las cosas escalaron y, en cierto punto del evento, la mujer ya se encontraba forcejeando en el asiento del auto de este tipo.
Afortunadamente Ross pudo escapar de aquel escalofriante escenario y poco tiempo después, contó su experiencia a Fisher. Al ser una buena amiga, nuestra princesa Leia supo exactamente lo que haría para responder a la agresión; el plan era simple, pero funcionaría en todos los niveles.
Dos semanas después de aquella charla entre amigas, Carrie Fisher envió un mensaje a Heather, diciéndole que se había topado a esa persona en Sony Studios. Como acto seguido, comenzó a contarle detalladamente cómo había ejecutado su plan maestro.
“Sabía que iba a encontrarlo ahí, así que fui a su oficina y personalmente le entregué una caja de Tiffany con un lazo de color blanco”, dijo Fisher, según el testimonio de Heather Ross.
Intrigada, Ross preguntó qué contenía aquella misteriosa caja, así que Fisher le respondió había empacado una lengua de vaca de Jerry’s Famous Deli in Westwood, junto con una nota que decía: “Si alguna vez vuelves a tocar a mi querida Heather o cualquier otra mujer, ¡la siguiente entrega será algo tuyo una caja mucho más pequeña!”
Sabemos lo que están pensando, chicos y chicas. Carrie Fisher realmente era tan ruda como el personaje de ficción al que interpretó, aunque tal vez eso sea decir poco. El saber que se enfrentaba a un depredador sexual con una gran influencia en la industria del entretenimiento no era fácil, pero ella encontró el modo de plantarle cara e incluso, amenazarlo con privarlo de las joyas de la familia.
Si esa no es una razón válida para honrar la memoria de esta gran mujer, entonces ninguna lo es. Por último, estamos seguros de una cosa: de haber conocido al menos una de las historias reveladas recientemente, ¡seguramente la señora Fisher hubiera aplicado la maniobra que utilizó contra Jabba the Hutt un par de veces, como mínimo!