Es que neta hay gente que no tiene vergüenza… La policía de Washington, en Estados Unidos, anda detrás de un sujeto que estafó a un pequeño niño. ¿Cómo? pues este sujeto sin escrúpulos le pagó con un billete falso de 100 dólares cuando le compró unos vasos en su puesto de limonada.
Este indignante hecho ocurrió a mediados del mes de julio en la ciudad de Everett, en dicho estado de EU. Un niño de 11 años llamado Jeremy decidió invertir sus ahorros para poner un puesto de limonada y así ganar un poco de dinero extra.
Un hombre estafó a un niño que puso un puesto de limonada
La cuestión es que este pequeño tuvo la mala suerte de toparse con un sujeto que le pagó una limonada con un billete de 100 dólares falso y por el cual obtuvo 85 dólares en cambio.
Después de la venta del día el niño fue a una gasolinera cercana para cambiar el billete, y fue ahí cuando el pequeño Jeremy se enteró que lo habían estafado y ahora la policía está haciendo todo lo posible por dar con este “sinvergüenza”, como lo han calificado las autoridades.
Le pagó con un billete falso de 100 dólares y ahora lo busca la policía
“Si bien nuestros detectives trabajan arduamente para cerrar cada caso, este les tocó una fibra sensible y quieren hacer todo lo posible para obtener justicia para Jeremy y atrapar a este falsificador”, indicó la policía a través de su página de Facebook.
Y es que gracias a un video de circuito cerrado las autoridades pudieron obtener una imagen de este estafador, a quien el Departamento de Policía de Washington piden denunciar a través de mensaje directo o por teléfono.
Aunque la historia por ahora tuvo un final feliz para Jeremy, gracias a la bondad de la gente
Claro que no todo ha sido malo en esta historia, ya que luego de la denuncia pública varias personas se unieron para ayudar a Jeremy a recuperar su dinero, esto a través de una campaña de GoFundMe donde pedían 250 dólares y la cual terminó por recaudar más de 12 mil.
En dicha campaña afirman que Jeremy es un pequeño emprendedor, pues suele vender cosas en sus vacaciones. Con este dinero esperaban que recuperara su inversión, aunque al parecer el niño ahora pensará en grande y cumplirá su sueño de tener su propia máquina dispensadora. ¡Menos mal!