El humor y las bromas son un elemento muy importante en el bienestar de un ser humano y hasta nos atrevemos a decir que un buen chascarrillo siempre estrechar los lazos de amistad o hasta del amor entre dos personas o más. Sin embargo, también depende de la intensidad de la jugada, porque algunos podrían no tener la misma perspectiva de lo divertido que ustedes.
¿Necesitan un ejemplo para favorecer nuestro punto? Ok, ya que insisten, recurriremos al caso de un sujeto que aplico una curiosa “broma del dedo” a uno de sus camaradas. Como no conocemos los nombres de los protagonistas, los llamaremos Brayan (víctima) y Kevin (bromista).
En fin, los dos muchachos estaban muy aburridos, por lo que el buen Kev propuso que intentaran un nuevo truco que había aprendido. Inocentemente su amigo accedió y entonces dejó que le vendaran los ojos con una bufanda. Instantes después, el astuto bromista pide a Brayan que le preste su dedo y aunque éste al principio estaba medio espantado, terminó cooperando.
Pobre e inocente Brayan…
Ahí es cuando entra en escena un tercer personaje al que llamaremos “el Harry”, quien sólo se paró ahí esperando a que Kevin le diera instrucciones para ejecutar su misión en la broma. Mientras tanto, el pobre chico con los ojos tapados no sabía en dónde iba a meter su dedo y… bueno, así como ustedes debieron sentir curiosidad del desenlace de esta historia, nosotros estuvimos en la misma posición. Por eso es que dejaremos que vean éste video.
Podemos apostar a que muchos esperaban que Brayan le hiciera una colonoscopía improvisada al otro chico, pero para fortuna de todos, no fue así. Esperemos que con esto hayan aprendido que esta broma NO se debe hacer en las fiestas y mucho menos a los más ingenuos de su círculo social.
Si sienten que perdieron tiempo leyendo el contenido de esta simple publicación, dejaremos como premio de consolación a este niño que no sufrió las consecuencias por hacerse el valiente con Resident Evil 7.