Lo que necesitas saber:
¿Se imaginan dejar de ser estrella de Disney Channel a tener una empresa espacial? Bueno, pues ese es el caso de Bridgit Mendler con Northwood Space.
No cabe duda que hay personas que son un verdadero estuche de monerías, pues tienen la habilidad de dedicarse a muchas cosas a la vez. Sin embargo, hay quienes de plano nos dejan con el ojo cuadrado por desempeñarse en ámbitos completamente diferentes. Tal es el caso de Bridgit Mendler, quien pasó de ser una estrella de Disney Channel a convertirse en directora de una empresa espacial… así como lo leen.
Si ustedes no la conocen o de plano no se acuerdan de ella, ahí les va un poco de contexto. Bridgit se hizo famosa por ser una de las actrices en ascenso del canal de la casa de Mickey Mouse, pues protagonizó la serie Good Luck Charlie (donde daba vida a Teddy Duncan), pero también apareció en producciones como Wizards of Waverly Place y Lemonade Mouth. Por si esto no fuera suficiente, también tuvo una carrera como cantante, lanzando varias rolas y un disco de estudio.
Bridgit Mendler dejó de lado la actuación para dedicarse al negocio espacial
Sin embargo, además de su chamba en el mundo del entretenimiento, Bridgit Mendler ha pasado los últimos años estudiando en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y en la Facultad de Derecho de Harvard. Fue ahí donde conoció a un grupo de ingenieros, quienes la llevaron a la Oficina Espacial de la Comisión Federal de Comunicaciones de dicha institución, donde “se enamoró completamente del derecho espacial”.
Es por eso que Mendler decidió iniciar una nueva etapa en su vida, entrándole por completo a la industria espacial como directora ejecutiva de la startup Northwood Space… así como lo leen. De acuerdo con CNBC, en lugar de construir cohetes o satélites, su empresa pretende producir en masa estaciones terrestres.
Para quienes no sepan de lo que estamos hablando, las estaciones terrestres –también conocidos como telepuertos– son antenas regularmente grandes y casi siempre circulares que se conectan a satélites en el espacio. Sin embargo, la idea de la compañía del Bridgit Mendler pretende diseñar sus dispositivos teniendo en cuenta primero la producción a gran escala y la flexibilidad para que el público pueda adquirir esta tecnología.
“La visión es crear una autopista de datos entre la Tierra y el espacio. El espacio es cada vez más fácil (de explorar) en tantas dimensiones diferentes, pero aún así el ejercicio real de enviar datos hacia y desde el espacio es difícil. Es difícil encontrar un punto de acceso para contactar con un satélite”, declaró Mendler sobre su proyecto.
La actriz de Disney Channel buscará crear una red de estaciones terrestres
Con Northwood Space, Bridgit Mendler tiene como objetivo construir estaciones terrestres satelitales con una producción rápida y flexibilidad de implementación. Para eso, está atrayendo inversores de riesgo de alto perfil, con alrededor de 6 millones de dólares en financiación inicial recaudados por compañías grandes en el tema, como Founders Fund, Andreessen Horowitz y Also Capital.
La empresa de Mendler planea centrarse inicialmente en servicios para satélites en órbita terrestre baja, para empresas que no quieran gastar dinero en construir sus propias redes de estaciones terrestres. Y de paso, buscan resolver un cuello de botella que se hace en las estaciones terrestres compartidas, lo que dificulta a los clientes encontrar disponibilidad en los telepuertos existentes.
A través de Northwood Space, Bridgit Mendler quiere que sus clientes tengan una experiencia similar a la de aquellos que rentan la capacidad de servidor de Amazon Web Services o Azure de Microsoft, evitando el gasto de construir y operar sus propios servidores. Para comenzar operaciones, buscan hacer una primera prueba de conexión mandando una nave espacial a orbitar nuestro planeta a finales de este año.
¿Qué tal? ¿Se imaginaban que la protagonista de Good Luck Charlie terminaría involucrada en el negocio espacial? Definitivamente, es un plot twist que a ningún guionista de Hollywood se le hubiera ocurrido. Sin embargo, la historia de Bridgit nos demuestra que podemos hacer lo que queramos en esta vida cuando nos lo proponemos. Así que ya no hay pretexto para cumplir sus sueños.