Braveheart, dirigida y protagonizada por Mel Gibson, fue una gran película. La cinta retrataba la vida de William Wallace (interpretado por Gibson) y su lucha por ganar la independencia de Escocia, enfrentándose a las fuerzas del Rey Eduardo I de Inglaterra.

La cinta fue sumamente exitosa y obtuvo 11 nominaciones a los premios Oscar, de los cuales ganó 5, incluyendo Mejor Película. Es un filme bien ambientado, con buenas actuaciones y grandes escenas de batalla… también está llena de varios errores históricos

El día de hoy es el aniversario de la Batalla de Bannockburn, que inició un 23 de junio de 1314 pero concluyó el día 24, logrando la victoria más importante del ejercito escocés al obtener su independencia. Con este motivo les presentamos 5 inconsistencias históricas presentes en Braveheart.

El origen de William Wallace

En la película podemos ver a Wallace como alguien nacido en la pobreza y viviendo en una familia de granjeros antes de ser llevado bajo el cuidado de su tío Argyle, cuando su padre muere combatiendo a los ingleses.

Sin embargo la mayor parte de los historiadores creen que Wallace nació en la aristocracia escocesa y ya era caballero durante la batalla de Stirling, en lugar de como sucede en la película en la que es nombrado caballero después de la batalla.

Como sea, ningún texto histórico confirma una versión o la otra por lo que no culpamos a Gibson de darle el ángulo más dramático a los orígenes de Wallace.

Inconsistencias en la vestimenta

Hay algunas inconsistencias con la ropa que es usada en la cinta. Uno de los más conocidos y discutidos es el uso de los kilts (ya saben, las ‘faldas’) por los escoceses en el siglo XIII cuando estas no se empezaron a utilizar sino hasta el siglo XVII. Sobra decir que es un error gigantesco.

Otra es que los ingleses son mostrados usando uniformes cuando, de hecho, esa aún no era la costumbre. El código de vestimenta en la milicia no se volvió norma en Inglaterra sino hasta el sigo XVII.

Sin embargo, aún cuando esto no es históricamente correcto, esto tiene un objetivo en el contexto de la película y es que el uso de uniformes por parte de ambos bandos permite que distingamos bien quién es quién durante las escenas de batalla.

Los escoceses no pintaban sus rostros

Al menos para la época en la que Wallace combatió, los escoceses no usaban pintura en sus caras. Lo que Gibson hizo fue una alusión a la tradición de los escoceses de pintarse el rostro para asustar a los romanos para que se retiraran de sus tierras.

No obstante, el elemento de la pintura azul en el rostro de Gibson se convirtió en una imagen icónica por lo que no podríamos concebir a William Wallace en Braveheart sin ella.

A la Batalla de Puente de Stirling le falta el puente

La Batalla del Puente de Stirling es uno de los puntos más altos de la película sólo que tiene un error muy importante: la ausencia del puente mencionado.

Este es un error que el propio Mel Gibson admite que fue hecho para volver más cinemática a la batalla. En la verdadera batalla, los ingleses tenían que cruzar el puente para atacar a los escoceses que estaban al otro lado. Sin embargo, el puente estaba muy mal construido y era muy pequeño por lo que solo podían pasar tres elementos de la caballería al otro lado cada vez.

Lo único que tuvieron que hacer las tropas de Escocia para obtener la victoria era esperar a que los ingleses cruzaran y matarlos tan pronto llegaran a su lado. Por supuesto, los escoceses ganaron la batalla de manera brutal, lo que fue un punto importante durante su lucha por independencia.

En la película la batalla es muy distinta ya que los escoceses construyen largos picos para poder detener a la enorme caballería inglesa mientras la caballería escocesa va por detrás de los ingleses para eliminar a los arqueros.

Aún cuando la recreación de la Batalla de Stirling no es correcta del todo, toma base en hechos históricos por lo que tienen cierta validez a pesar de todo.

La muerte de William Wallace fue peor que en la cinta

La ejecución de Wallace en Braveheart no es del todo incorrecta históricamente pero fue suavizada significativamente en la cinta a comparación de lo que de verdad le ocurrió.

La cosa es que el héroe escocés de hecho tuvo una muerte aún más horrible ya que en su ejecución utilizaron un método del que también fueron víctimas otras personas consideradas como traidores: un castigo de cinco pasos en el que la persona era colgada para después cortarla en el abdomen exponiendo sus intestinos, castrarla, descuartizarla y, finalmente, decapitarla.

Y eso no era todo, antes de la ejecución, Wallace fue desnudado y jalado por una carreta con una cuerda atada a sus tobillos. Después de su ejecución, fue sumergido en alquitrán.

La película, sin embargo, menciona que las partes del cuerpo de William Wallace fueron exhibidas al público y enviadas a ‘las cuatro esquinas de Inglaterra’, lo cual es completamente verdadero.

En la cinta vemos una versión ‘rebajada’ de esta ejecución en la que, efectivamente cuelgan a Wallace y, aunque no se ve, se indica que sus intestinos le son sacados. La castración se omite y, en su lugar, Wallace grita ‘¡Freedom (libertad)!’ antes de ser decapitado.

La realidad es que no se sabe cuales fueron las últimas palabras de Wallace.

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