El despacho del Primer Ministro británico tuvo que ser “sellado” con una placa de acrílico de alta resistencia para evitar las constantes visitas de un gato londinense conocido como Larry. El bloqueo levantó una fuerte polémica entre los trabajadores gubernamentales del famoso edificio que debaten si el minino debe permanecer afuera o dentro.
Larry es un gato que fue adoptado por los burócratas de “Downing 10”, la residencia y oficina oficial del Primer Ministro David Cameron y su equipo. No obstante, ante las quejas de algunos empleados alérgicos a los gatos, se decidió bloquear la pequeña entrada por donde ingresaba el gato con un pedazo translúcido de plástico igual al que usan los policías anti-disturbios como escudo.
Ante el bloqueo, Larry no tuvo de otra que permanecer en la banqueta de la calle Downing, en Londres, esperando impaciente a que alguien abriera la puerta para ingresar de nuevo. La medida disuasoria despertó el coraje de algunos empleados que les hacía gracia la presencia del gato, por lo que pidieron que se levantara la barrera.
La polémica por la entrada del gato ha llegado a tales niveles que algunos oficiales como William Hague, director de la Oficina de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, han intervenido para exigir el regreso de Larry como visitante regular del edificio gubernamental del “Downing 10”.
Larry fue traído a las oficinas del Primer Ministro para hacerse cargo de las ratas que pudieran haber en los rincones más oscuros del edificio. No obstante, la competencia del gato como cazador de roedores fue puesta en duda una vez que se descubriera que su primer muerte confirmada se diera después de 18 años de su “contratación”.
Mientras tanto, el mundo contiene la respiración ante el desenlace de este conflicto entre los opositores y amantes de Larry, el gato.