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Vivimos tiempos de infarto. Desde el ritmo acelerado de nuestras vidas, hasta las constantes presiones internas y externas que en determinado momento, pueden llegarnos a pasar factura.
Lo malo es que muy pocas personas saben qué hacer o cómo reaccionar cuando nos encontramos con alguien que está sufriendo un infarto.
y seguramente los Bee Gees nunca pensaron que el título de su canción ‘Stayin alive‘ tendría tanto que ver con la realidad. Pero un equipo de investigadores de la Universidad de Illinois (Chicago, EEUU) ha descubierto que el nombre del tema le va como anillo al dedo, pues resulta que el ritmo de esta legendaria a canción, marcha a 103 beats por minuto, lo cuál resulta ser es una orientación ideal para realizar la maniobra de resucitación cardiopulmonar a una persona que está sufriendo un paro cardiaco.
Y es que de acuerdo a los investigadores de la Asociación Americana del Corazón, la forma más efectiva de realizar una resucitación cardiopulmonar es a través de 100 compresiones por minuto, lo cual se adapta perfectamente al ritmo de la canción de los Bee Gees.
Para comprobar su hipótesis, los investigadores llevaron a cabo un estudio con 15 médicos y estudiantes de la Universidad con la ayuda de unos maniquíes a quienes realizaron las maniobras de resucitación mientras escuchaban la canción a través de sus reproductores de MP3, registrando una media de 109 compresiones por minuto.
Semanas después los investigadores repitieron el ejercicio pero, esta vez sin escuchar la canción, es decir, realizando la maniobra de resucitación al ritmo que recordaban en su mente de Staying Alive. El resultado fue de 113 compresiones por minuto que según los médicos, aunque son un poco más de las recomendadas, cuando se trata de hacer revivir un corazón, algunas compresiones extra por minuto nunca caen mal.
El resultado de la investigación, llevó a la American Heart Association a realizar una de las mejores campañas de salid, incluyendo por supuesto la canción de los Bee Gees para divulgar como dos simples movimientos fundamentales pueden ayudarnos a salvar una vida, y es que esta maniobra ha triplicado las tasas de supervivencia de las víctimas de un infarto, pero algunas personas no se atrevían a realizarla, porque desconocíamos cuál es el ritmo que se debe seguir.
Como dato curioso, otra canción cuyo ritmo se adapta perfectamente al ritmo de este procedimiento, es Another One Bites de Dust de Queen, pero suponemos que nadie quiere pensar en “otro que muerde el polvo” cuando se trata de un infarto.