Muchas personas en el mundo sueñan con convertirse en padre y madre alguna vez. De la misma manera, hay gente que por razones de genética no puede cumplir ese ansiado sueño de abrazar la paternidad o la maternidad a través de un bebé. Sin embargo, la ciencia una vez más tiene la solución.
En los recientes días se dio a conocer el caso de Molly, una bebé nacida apenas hace menos de 2 meses que ya está haciendo ruido en el mundo. La nena nació bien, sin complicaciones o problemas de salud. Lo asombroso de su nacimiento fue, de hecho, su adopción y posterior concepción. Ella nació de un embrión que estuvo congelado por casi 30 años.
La bebé que nació de un embrión congelado hace tres décadas
Si lo vemos en retrospectiva, la bebé Molly pudo haber nacido en 1992 o en cualquiera de los años posteriores. ¿Por qué? Pues bueno, el embrión del que ella emergió fue congelado hace 27 años. Tina y Ben Gibson son los encantados -y ahora afortunados- padres que adoptaron la célula de la que nació su pequeña.
Sí, ellos adoptaron un embrión y lo hicieron gracias al National Embryo Donation Center (Centro Nacional de Donación de Embriones) en Knoxville, Tennessee, organización religiosa sin fines de lucro dedicada a la preservación de embriones congelados (es decir, la célula que se forma tras la unión del espermatozoide y el óvulo) que pacientes de fertilización in vitro han decidido no utilizar.
De hecho, esta no es la primera vez que pasan Tina y Ben por un proceso similar. La hermana mayor de Molly, Emma, nació en 2017 como resultado de un embrión que estuvo preservado desde hace 24 años. Ante los problemas para gestar la paternidad de la manera tradicional, esta pareja encontró en la adopción de embriones una manera de forma su propia familia.
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El récord de Molly
De acuerdo con la información del Centro de Donación recogida por CNN, Molly es la bebé nacida del embrión ‘más longevo’ que la organización ha dado en adopción. El embrión de Molly estuvo congelado por 27 años, tres más de los que estuvo la célula de su hermana Emma.
“Con Emma, estábamos tan enamorados de tener un bebé. Con Molly, nos sentimos de la misma manera. Es un poco gracioso, aquí vamos de nuevo con otro récord mundial“, dijo Tina Gibson a CNN. Los directivos del Centro de Adopción de Embriones dijeron en un comunicado que esto es una prueba de que la gente puede acceder a esta opción para la planificación familiar sin el temor de que el embrión ‘sea demasiado viejo’.
“Esto definitivamente se refleja en la tecnología utilizada desde hace tantos años y su capacidad para preservar los embriones para uso futuro en un marco de tiempo indefinido“, mencionó Carol Sommerfelt, una de las embriólogas adjuntas al laboratorio de la organización.
Tanto Tina como Ben siguen impactados por haber logrado formar a su familia luego de batallar contra la infertilidad. “Todos los días, mi esposo y yo hablamos de eso… Siempre estamos como ‘¿Puedes creer que no tenemos una niña, sino dos niñas?’… Todavía estoy completamente asombrada de que sean nuestras“, dijo Tina. Sin duda, las hermanas Emma y Molly Gibson no solo son la alegría de sus padres; también son maravillas médicas.
