Gracias a la creación de los antibióticos, muchas enfermedades han sido curadas y con el pasar del tiempo, la humanidad ha encontrado nuevas maneras de combatir a los males infecciosos que nos acechan.
Igualmente, el universo de las bacterias está en constante cambio y sin importar la potencia de nuestros medicamentos, de una u otra manera, estos seres microscópicos continúan cambiando para combatir nuestros remedios:
Este experimento llevado en el Instituto Médico de Harvard, nos demuestra la rápida adaptabilidad de las bacterias ante los antibióticos.
Colocando una caja de Petri dividida en nueve secciones, los científicos han estudiado para nuestro horror, la resistencia de las bacterias ante los antibióticos. Cada extremo se encuentra libre de antibióticos, incrementando en factores de 10 hasta llegar a 1000 en el centro de la caja, en donde se encuentra la mayor cantidad de medicamentos.
En tan sólo un periodo de 11 días, las bacterias fueron mutando hasta expandirse en toda la caja, incluso en donde la concentración de antibióticos era 1000 veces más fuerte.
Esto se debe, a que las bacterias que sobreviven se reproducen, haciendo que su estirpe sea resistente a los antibióticos. Este ciclo de reproducción sigue por 11 días hasta que las bacterias mutadas llegan al centro de la caja sin verse afectadas por los medicamentos.
Esto, convierte a la creación de antibióticos en un ciclo sin fin contra las bacterias, quienes continuarán cambiando hasta hacerse inmunes.
En fin, al menos en el mundo natural, este proceso toma más que unos cuantos días, ya que en el ambiente no se deben de enfrentar contra algún componente que las elimine. Pero aún así, es preocupante que aquello que fue creado para protegernos, fortalezca a aquello que nos enferma…
¡Oh, la ironía!