Cuántos de nosotros no hemos corrido como dementes por las calles sin siquiera detenernos a ver si viene un carro. Muchos la libran por pura suerte… o por la pericia en el volante de los conductores… pero no es el caso de este niño de Singapur.
Y todo por las malditas prisas… y sólo porque allá arriba hay alguien (dios, Superman… quien más les guste) podemos ver el video y decir: “santo guamazo que le acomodaron al chamaco”, ya que, por suerte el niño comía ligas y el golpe que le propinó el auto no pasó a mayores… nada que un buen bolillo duro no pueda quitar.