El organismo vivo es tan misterioso como extraordinario. Si nos diéramos a la tarea de mirar con un microscopio los detalles de nuestra existencia, desde el pétalo de una flor hasta los lugares más recónditos del cuerpo humano nos daríamos cuenta que cada parte (por milimétrica que sea) es un universo infinito. Quizá el ejemplo más maravilloso de esto lo podemos ver en esta iniciativa que se ha dedicado a animar una célula.
Imágenes en las que podemos ver, galaxias de microcondias que flotan entre líquidos oscuros, como meteoros. Átomos, parecidos a las estrellas, que a la vez forman moléculas.
Ojo, cuando hablamos de ver, lo decimos literalmente. El avance acelerado de los microscopios, los lentes y las múltiples investigaciones científicas nos ha permitido a las mujeres y los hombres del siglo XXI, explorar ese cielo nocturno que vive dentro de nosotros. Conocer los colores, formas y vida que hay en cada célula.
El arte de contemplar los pequeños resquicios de nuestro organismo es conocido como bio-visualización.
Paisajes y células
De entre todas las iniciativas científicas que día con día se dedican a estudiar la importancia, función y apreciación de los lugares más recónditos y pequeños de nuestro cuerpo, vale la pena destacar el trabajo que realiza en su laboratorio, Gael McGill un prominente investigador egresado de Harvard que desde hace algún tiempo se dedica a la creación de softwares enfocados en la visualización celular y molecular.
El resultado de su trabajo, es un grupo de asombrosas animaciones (quizá las más nítidas que hemos podido ver) que muestran con profunda claridad los componentes multicolores que viven dentro de nuestros sistemas celulares.
Para lograr este hallazgo, McGill, y otro grupo de investigadores, crearon una tecnología conocida como Cell Signaling Technology, Inc. Se trata de una especie de artefacto que a través de la resonancia, la tecnología 3D y un tipo de microscopio muy específico, es capaz de mostrarnos la belleza pura dentro del universo molecular.
Respecto su ambicioso proyecto, el biólogo comentó:
“Inspirado en el impresionante arte de David Goodsell, esta representación en 3D de una célula eucariota se ha modelado utilizando conjuntos de datos de rayos X, resonancia magnética nuclear (RMN) y criomicrografía electrónica… Aunque diluida en su concentración respecto a una célula real, esta representación es también un intento de visualizar la gran complejidad y de la coreografía molecular que tiene una célula.”
Y a todo esto, ¿qué debemos saber de las células?
Una célula es la unidad mínima morfológica (por su forma) y funcional (por sus funciones) de cualquier ser vivo. Es también una especie de huella, que nos permite distinguirnos los unos a los otros en el inmenso reino animal.
Asimismo, las células son una conjunción de “agua”, por dentro y por fuera, citoplasma, ADN (Material Genético Hereditario) moléculas, iones y proteínas. Se estima que sólo en el cuerpo humano hay aproximadamente 80 millones. Cada una, cuenta con un tamaño variable; que va desde la milésima parte de un milímetro y hasta un metro.
Quizá lo más asombroso de ellas es que a pesar de su inmensa cantidad y variedad en los organismos, cuentan con una función diferenciada que es indispensable para la vida.
Para que se den una idea, solo hay que pensar que en este instante mientras cientos de miles de glóbulos rojos transportan oxígeno, otras células eliminan bacterias que podrían enfermarnos y otras transforman las imágenes que vemos en recuerdos que van a almacenarse hasta convertirse en un recuerdo grabado en la cabeza.
En este momento sin que nos demos cuenta, nuestro cuerpo genera todo tipo de relaciones simbióticas. Se libran guerras y se establecen alianzas. Eso es lo que en otros tiempos los filósofos llamaban, la chispa de la vida.