Entre más avanza la tecnología, y se inventan mejores cámaras para observar el mundo, más nos maravillamos con de la naturaleza y sus universos microscópicos. Ahora, gracias a la precisión de los lentes podemos ver hongos diminutos que no sabíamos que existían y también el rostro, en primer plano de una hormiga, una imagen tan aterradora como fascinante.
Este hallazgo sucedió gracias a un concurso de fotografía microscópica, que nos presenta al insecto como un ser digno del Señor de los Anillos. La hormiga aparece con mirada impenetrable y roja aunque en realidad en la imagen no tiene ojos sino las bases de unas antenas inmensas que casi le recorren la cara. Tiene además una nariz aplastada y boca de dientes puntiagudos.
Aunque el acercamiento al rostro resulta estremecedor, la realidad es que se trata solo de la perspectiva artística de una hormiga vista desde un microscopio.
Es una foto, digamos, hecha a medida del artista que busca generar un efecto; un juego de luces y sombras, para hacer visible algo que para nosotros es absolutamente invisible.
Las hormigas, de cerca
La hormiga que podemos contemplar en esta imagen pertenece a una de las familias más extensas del planeta, se calcula que hay más de 13 mil tipos de hormigas distintas.
Hay que destacar que estos insectos existen hace 100 millones de años y son los que tienen el cerebro más desarrollado, esto lo podemos saber por la forma de su cabeza. Además, son tan fuertes que pueden levantar hasta 100 veces su peso.
Las hormigas son vitales para el funcionamiento de la Tierra, ya que a pesar de ser diminutas contribuyen de forma directa a la subsistencia de los ecosistemas. Distribuyen semillas, polinizan y reciclan materia orgánica.
Se estima que en nuestra planeta hay más de 20 cuatrillones, una cantidad inimaginable y tan numerosa que todavía resulta un misterio para los humanos.
Concurso de fotogafías microscópicas
Este primerísimo plano de una hormiga, forma parte del Concurso de Fotomicrografía Small World organizado todos los años por Nikon, cuya misión es promover las imágenes capturadas con microscopios.
En 2022 participaron más de 1000 imágenes, de al menos 70 países. Y aunque el desgarrador rostro de la hormiga se hizo famoso, no ocupó el primer lugar, de hecho ni siquiera quedó entre las primeras 20 fotografías escogidas por el jurado.
Entre los ganadores de este año destacan: la mano embrionaria de un geco diurno de Madagascar, que se llevó el primer lugar. El tejido mamario de una célula, y los vasos sanguíneos en el intestino de un ratón adulto.
El fotógrafo detrás de la hormiga
La foto la tomó un artista de Lituania llamado Eugenijus Kavaliauskas. Se trata de un artista que vive a unos pasos de un bosque inmenso, que durante años le ha servido de inspiración para capturar sus mejores postales.
Este fotógrafo se especializa en capturar en su cámara el comportamiento de animales silvestres. En su portafolio podemos ver fotografías de aves y de múltiples insectos, como los escarabajos que según él, parecen igual de monstruosos que las hormigas.
Respecto a esta imagen en particular, en una entrevista para Insider, Eugenijus comentó: “Me parecía aburrido hacer una foto de una hormiga corriendo, así que agarré una y la puse bajo el microscopio…mi objetivo principal era ser un descubridor”.
Aunque no se ganó el primer lugar, sí se llevó un cupón de 35 dólares para gastarlo en Nikon, por lo menos.