Saben que usualmente no nos metemos con las creencias de las personas pero no pudimos evitar sentir cierto asombro cuando vimos a un hombre tratar a los bebés como si fueran platos sucios.
Parece una broma de muy mal gusto, pero no lo es. Un arzobispo ortodoxo está sacando de onda a todo el mundo por su manera de tratar a los pequeños durante su bautismo. Básicamente los sumerge en agua bendita y luego, por si aún no estaban lo suficientemente purificados, les da un par de vueltas y, antes de terminar el proceso, vuelve a darles otra enjuagada.
Elías II, de 84 años, es el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Georgiana, quien además celebró la Epifanía hace tan sólo unos días y… bueno, mejor vean cómo lo hace.
No somos unos expertos en el proceso ni nada por el estilo pero si somos sinceros, jamás nos había tocado ver un método tan extremo como este. Es más, los pobres infantes quedan en un shock tan grande, que hasta se olvidan de llorar por unos segundos.
Esto sólo es parte de lo que te espera en la vida, amiguito.
Tal vez sobre mencionarlo pero según reporta Dailymail, el arzobispo de origen ruso ya le ha dado una enjuagada a 30,000 bebés a lo largo de su carrera. Eso sin mencionar que Elías II suele realizar alrededor de cuatro eventos de bautismo masivo al año, convirtiéndose así en el padrino de alrededor de 780 pequeños cada vez que lo hace.
¿Pensaban que el catecismo era tedioso y difícil? Bueno, den gracias, porque al menos no tienen que sacarles el chamuco con un chapuzón.