Con el paso de la civilización, poder hallar algún vestigio es como encontrar una aguja en un pajar, pero un grupo de arqueólogos españoles, se sacaron la lotería en Egipto. Tras 18 años de trabajo en el marco del Proyecto Djeuty, los expertos encontraron una momia que data de hace tres mil 600 años, perteneciente a una joven de entre 15 y 16 años, con un ajuar repleto de joyas en su ajuar, lo que indica que pertenecía a los faraones de la dinastía XVII.
El cuerpo de 1.52 metros de estatura, llevaba unos pendientes, dos anillos y cuatro collares elaborados con piedras preciosas. Sin duda, uno de los hallazgos más importantes del Proyecto Djehuty desde que comenzó la investigación en el año 2002, dentro del extremo norte de la necrópolis de la antigua ciudad de Tebas, hoy Luxor, Egipto.
El ataúd, pintado de blanco y tallado en un solo tronco de árbol, probablemente un sicomoro, fue descubierto a unos metros del patio de entrada a la tumba-capilla de Djehuty (supervisor del Tesoro y de los trabajos artesanos de la reina Hatshepsut), junto a una pequeña capilla hecha en adobe del año 1600 a. C.
Pero fueron las joyas que los llevaron a descifrar que la momia pertenecía a la dinastía XVII de Antiguo Egipto, ya que en el pecho, portaba dos de cuentas de fayenza (un tipo de cerámica artesanal con acabado vidrioso) de distintos tonos de azul y uno de vidrio verde.
Mientras que el cuarto collar, “es el más elaborado y valioso”, según explica el José Manuel Galán, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), pues este último está formado por 74 piezas de distintas formas talladas en amatista, cornalina y otras piedras semipreciosas que todavía no han sido identificadas, además de vidrio, y siete amuletos de fayenza.
Sobre los amuletos, un halcón de ámbar, representando al dios Horus, parece haber sido la figura central, flanqueado por dos escarabeos, típicos amuletos de la dinastía egipcia con forma de escarabajo pelotero. Proyecto Djehuty, destaca que del ajuar “sorprende” por su riqueza, al tratarse de una persona tan joven y con un “ataúd relativamente modesto”.
Lo más impresionante, es que los expertos se valieron de rayos x, para descubrir el hallazgo. De acuerdo con El Universal, una radiografía reveló a la momia dentro del ataúd reveló que la joven llevaba dos pendientes en la oreja izquierda y dos anillos (uno en cada mano), uno de hueso y otro de vidrio azul con un engarce y un cordel alrededor del dedo.
Los arqueólogos del Proyecto, consideran que la joven debió vivir en torno al año 1500 a.c., sin embargo, los esfuerzos del Proyecto Djehuty, vaieron la pena. Aunque suponen que el ataúd fue abandonado sobre el suelo por saqueadores de tumbas en época antigua, pero que fue dejado “con cierto cuidado y sin abrir”, hasta que fue visto por los arqueólogos en una de las exploraciones realizadas dentro de los meses de enero y febrero del 2020.
