Hoy se cumplen 9 años desde que sucedió una tragedia en el Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia, en Estados Unidos, donde 33 personas murieron y 29 personas salieron heridas. Todo debido a un tiroteo perpetrado por un estudiante del mismo campus.
El incidente violento comenzó a las 7:15a.m. del 16 de abril de 2007. Seung-Hui Cho, un alumno surcoreano de 23 años que se encontraba cursando su último año, se preparó para lo que parecía un día normal de clases. Sus compañeros de habitación, Karan Grewal y Joseph Aust lo vieron salir y después no lo volvieron a ver con vida.
No sabemos exactamente cuáles fueron las razones que Cho tenía para hacerlo, pero al parecer la compra de una pistola Glock 19 de 9mm, una Walther P22 calibre .22 y un chaleco a prueba de balas, eran parte de un plan elaborado por semanas. Algunos estudiantes dicen que Seng-Hui Cho era expuesto a muchos insultos por la deficiencia que tenía al leer y su timidez y señalan esto como la posible causa de este trágico incidente.
Las primeras personas en caer víctimas de Cho, fueron la alumna Emily J. Hilscher, de 19 años y Ryan Clark de 22 años, quienes se encontraban en los dormitorios del campus. Después de que se escucharon los primeros disparos, Cho entonces procedió a moverse hacia las aulas y seguir con su plan.
Dos horas después, alrededor de las 9:40a.m., Seng-Hui entra al edificio de salones de ingenierías y sella las entradas con unas cadenas, de modo que absolutamente nadie pudiera salir. En ese momento, se dirigió a un aula y comenzó a disparar a quienes encontrara en su camino, provocando 30 muertos y 29 heridos.
En cierto punto del tiroteo, profesores y alumnos formaron barricadas para impedir que Cho accediera a otros salones y continuara con la masacre. Un profesor murió en el proceso de asegurar que sus alumnos escaparan por las ventanas del aula.
Las autoridades comenzaron a asegurar el perímetro y abrieron todas las entradas al edificio de ingeniería. Después de 10 minutos de que este tiroteo comenzó, Cho parece percatarse de que está apunto de ser capturado y comete suicidio, dándose un tiro con una de sus propias armas.
Tiempo de después de este trágico incidente, hubo respuesta tanto de los estudiantes, como de las autoridades. Mientras en 2008, las autoridades de Virginia aprueban un acuerdo para que los familiares de 24 de las víctimas reciban 11 millones de dólares como indemnización por lo ocurrido, el alumnado del Politécnico cuestiona por qué la escuela no se evacuó desde el mismo instante en que se escucharon los primeros disparos.
Virginia Tech canceló las clases por el resto de la semana y también cerró el edificio Norris Hall de ingeniería por lo que quedaba del semestre.
Tras comenzar investigaciones con respecto a Cho, se reveló que en efecto, este no había elegido a las víctimas de sus acciones, además de poseer antecedentes de problemas mentales. Durante el las dos horas entre un tiroteo y otro, el asesino envió una encomienda postal a NBC News, en su sede central en Nueva York. Dentro de la encomienda había un manifiesto, con fotos y videos expresando su odio y resentimiento hacia la sociedad en general. Algo de lo que dijo fue lo siguiente:
“No tenía qué hacer esto. Pude haberme ido. Pude haber desaparecido. Pero no, no escaparé más. No es propio de mí. Por mis niños, por mis hermanos y hermanas que ustedes jodieron lo hice por ellos… Cuando llegó el momento, lo hice. Tuve que hacerlo.”
Entre el material, también había un DVD con 27 archivos de video que sumaban 10 minutos de contenido. Cho aparece en todos los videos y habla directamente a la cámara, diciendo frases como, “Han tenido 100 billones de oportunidades y formas de evitar lo de hoy. Pero han decidido derramar mi sangre.”
Por último, se incluían 43 fotografías en las cuáles aparecía Seung-Hui apuntando con un arma a la cámara y a sí mismo.
No podemos evitar pensar muchas cosas al recordar este lamentable suceso. Preguntas acerca de lo que este hombre tenía en la cabeza, o lo que pudieron haber sentido las víctimas en sus momentos de desesperación, seguirán rondando nuestra mente.
Este es sin duda uno de los incidentes de tiroteo más polémicos sucedidos en Estados Unidos; uno que marcó la vida de muchas personas, sobre todo de quienes aún llevan en sus corazones el recuerdo de sus seres queridos fallecidos.