A pesar de los avances en la industria del cine, uno de los elementos que persiste (y persistirá) es el de la animación.
Desde la animación tradicional hecha a mano (dibujos y stop motion), hasta las técnicas avanzadas como lo rotoscopía y por supuesto, aquella que une a todas estas técnicas, la animación por computadora (CGI).
El mundo de la animación, precede por siglos al cine, ya que la idea de la unión de imágenes para dar la sensación de movimiento, se remonta a las civilizaciones griegas y egipcias.
Uno de los años más importantes fue el de 1815, cuando se creo la Lámpara Mágica, antecesora de los proyectores de imágenes. Creada por Moses Holden, con el propósito de ilustrar sus presentaciones astronómicas.
Por supuesto, como este invento hay cientos, pero lo que nos atañe el día de hoy, es la forma en que la animación evoluciono y cambio el mundo del cine.
Entre las primera películas animadas que se presentaron en un cine fue la de “Humorous Phases of Funny Faces”, la cual utilizó fotografías para crear una animación.
En 1908 el dibujante francés, Émile Cohl, creo “Fantasmagorie”, la primer película animada con dibujos hechos a mano.
No sería hasta 1908 que, Winsor McCay y su asistente John A. Fitzsimmons, hicieron la primer película a partir del uso de fotogramas.
Gertie el Dinosario, para la cual se realizaron más de 10 mil dibujos.
A partir de aquí, múltiples animaciones se fueron creando, muchas de ellas eran proyectadas antes de una película. Encontrando a su primer estrella en la forma del Gato Felix en 1919.
Pero no sería hasta 1930, que la animación alcanzaría su punto más alto, con la introducción de animaciones de estudios como: Warner Bros, MGM y por supuesto, Walt Disney, quién en 1938, lanzaría su opera prima con, Snow White and the Seven Dwarfs, primer largometraje animado a color.
Pero el mundo de la animación no se vio limitado solo a los dibujos, por su lado, el mundo del cine empezaría a implementar la magia de la animación, cuadro por cuadro, la cual fue popularizada por el genio Willis H. O’Brien.
Entre los trabajos más destacados del señor O’Brien, se encuentran los efectos especiales de películas como: The Lost World (1925), King Kong (1933), Mighty Joe Young (1949), entre otros.
La escuela de O’Brien nos dio a uno de los más grandes y talentosos animadores de la historia. Ray Harryhausen, quién después de ver el trabajo realizado en King Kong, quedo maravillado por lo que la animación cuadro por cuadro, podía crear. Fue así como Ray, comenzó a experimentar con este nuevo arte.
Esto lo llevaría a conocer a O’Brien, quien lo motivo a mejorar su trabajo. Esto daría el comienzo de una larga amistad, la cual fue responsable de los mejores efectos especiales del cine.
Otro de los responsables por expandir el uso de la animación, es sin duda el Sr. Walter Elias Disney, cuya historia es casi tan larga y rica como la de su arte.
Después de varias travesías, Disney encontraría el éxito con el tercer corto animado de su más famosa creación, Mickey Mouse.
El corto titulado, Steamboat Willie, fue la primera animación sonora de Disney, quien a partir de ahí, realizaría todos sus trabajos con sonido.
Disney continuo con su trabajo y en 1938, lanzaría en la pantalla grande su primer largometraje, la ambiciosa Snow White and the Seven Dwarfs. Película que lo hizo gastar todos sus ingresos, pero la cual le redituó muchísimo más.
Esto convirtió a Disney y a sus personajes, en la inspiración de muchos, quienes esperaban algún día poder realizar un trabajo similar como el del señor Disney.
Entre estas personas, se encontraban, Osamu Tezuka, padre del Manga y una de las figuras más importantes del mundo del cómic y sí, de la animación también.
Durante décadas, la animación no tuvo realmente una evolución concreta, ya que todos los estudios utilizaban técnicas similares para la creación e integración de elementos creados a mano con filmes normales.
El incremento en el uso de las televisiones, dotó a los animadores con una herramienta que les permitía compartir su trabajo.
Claro, que los presupuestos para crear series animadas, eran mucho menores que para hacer películas, por lo cual se hacían recortes en el número de fotogramas, ahorrando movimientos y material.
Una de las casas creadoras que creció en la época de los 60’s, fue la Hanna Barbera, quienes tenían el mayor número de series en la televisión.
Pero esta época, también vería nacer las animaciones para adultos. Estrenando en 1972 a Fritz The Cat, primer largometraje animado que alcanzó una clasificación R (C en México).
Y en 1984 el mundo vio el nacimiento del primer corto animado realizado enteramente por computadora, The Adventures of Andre & Wally B, de Pixar.
El futuro de la animación se encontraba muy cerca, hasta 1993, cuando Steven Spielberg creo el filme que integró todas las técnicas existentes, creando una de las películas más influyentes de los último 20 años:
Jurassic Park, fue un éxito rotundo. Utilizando una mezcla de animación cuadro por cuadro, animatrónicos y gráficos creados a computadora, Steven Spielberg creó un mundo que hasta el día de hoy, no ha sido superado.
Y en 1996, Pixar crearía el primer largometraje realizado completamente a computadora, la galardonada “Toy Story”.
Esta película marco el uso del CGI, para crear películas, reemplazando poco a poco a las animaciones realizadas a mano (excepto en Japón).
Hoy en día estamos acostumbrados a los efectos creados a computadora, los cuales a pesar de avanzar más hacia el “realismo”, siguen sin lograrlo, haciendo que mucho de lo que se en pantalla se vea falso.
Pero como nos lo ha demostrado la historia, siempre habrá alguien que de el siguiente paso. En este caso fue el visionario, James Cameron, que con Avatar, nos regalo una de las experiencias visuales, más impresionantes de la última década (lastima que todo lo demás apeste).
Y bueno, todavía no se ha dado el siguiente paso en la animación y si la historia nos sirve de algo, pasarán muchos años más para que tengamos un cambio como lo fue el CGI a los dibujos.