En dos tuits quedó reflejado el nivel que se carga el expresidente y el aspirante a mandatario. Pura calidad en pocas líneas.
Pretendiendo quedar bien con la comunidad femenina del país, el candidato del Frente, Ricardo Anaya, nomás dejó en evidencia lo que muchos ya suponían: esas manitas no se han atrevido a lavar ni una pin%&/e cucharita. En entrevista para “La Mujer Actual” (la revista familiar de la radio y la televisión por excelencia que junto a su gran familia de especialistas lo motivan a elevar su calidad de vida… o al menos eso me han contado que es) aseguró que él desde chavo sabe lo que es la igualdad. Increíble.. ¿cómo? Ahhh pues porque en su casa su sacrosanta jefecita era la primera en levantarse y la última en dormirse… ¿y él? Pues seguramente bien acostadote o en la calle, echando coto con su ukulele… ¿Y eso es igualdad? Pues sí, ¿no? No hacía nada de día… igual de noche.
A mí no me cuentan que una mujer es la primera en levantarse y la última en irse a dormir, yo lo vi siempre con mi mamá. Crecí en una familia donde la igualdad siempre ha sido la norma, por eso un #México justo con las mujeres es mi prioridad. Con @janettarceo en @lamujeractual
— RicardoAnayaC (@RicardoAnayaC) 28 de mayo de 2018
En fin, como era de esperarse las críticas contra el buen Ricky Riquín no se hicieron esperar… pero una que causó hilaridad entre el respetable fue la de nada menos que Felipe Calderón, quien de la manera más ñoña le reclamó al aspirante presidencial las malas jugadas que hizo contra su esposa, la excandidata independiente, Margarita Zavala. Así: “Por eso abusaste de tu poder para cancelar la democracia interna del PAN y violentar los derechos políticos de una mujer que era la candidata más viable en el PAN y en el país. Pregúntale a tu mamá si eso estuvo bien”.
Hay que recordar que, efectivamente, Anaya se bien gandalla cuando – como presidente del PAN – hizo todos los movimientos y alianzas posibles para quedarse con la candidatura presidencial. Ya luego Margarita optó por el camino independiente y demostró que, si alguna vez salió arriba de AMLO en las encuestas, era más por el peso del partido que por su nada destacable carrera política. En fin, al final decidió renunciar a su candidatura… y, por lo que se ve, el asunto no ha sido del todo digerido por el buen Felipe Calderón, quien sacó al niñote que traía dentro y, se espera, que en los próximos días acuda personalmente a acusar al candidato panista con su mamá.