Hoy toca que una tragedia nos abra los ojos ante un mal que seguramente no conocían antes de leer esta nota.

La muerte de Jenny Fry derivada de una reacción alérgica al WiFi: Ella tenía dolores de cabeza que la paralizaban, cansancio y problemas con la vejiga, todo esto como resultado de hipersensibilidad electromagnética (EHS).

El cuerpo de Jenny fue encontrado colgado de un árbol, su madre asegura que esto se debió a estar en una constante presencia de WiFi.

Todo puede sonar como a una broma de mal gusto, pero Debra, la madre de Jenny, asegura que su hija empeoraba cada vez que estaba cerca de algún punto WiFi.

Las conexiones en su escuela eran muchas, eran muy pocos los lugares donde ella podía estar sin empezar a sentirse mal por su condición, esto la llevó a frustrarse en sus estudios pues antes de que ella presentara esta alergia, era una estudiante de excelencia.

La frustración la llevó a este triste final, asegura su madre:

“Llevé muchísima información a la escuela para que el Director, Simon Duffy, viera sobre el peligro del WiFi, pero él dijo que había la misma cantidad de información diciendo que era seguro usarlo”.

“Realmente creo que Jenny no quería suicidarse, creo que estaba frustrada con la escuela”

Después de la pérdida de su hija, los padres de Jenny han comenzado una campaña para remover el WiFi de escuelas y para que el gobierno investigue más sobre el EHS.

“No estoy en contra de un poco de tecnología, pero creo que las escuelas deben de saber que algunos niños pueden ser sensibles al WiFi y reducir su uso”.

Vía Mirror

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