Tal vez sin el nazismo, el mundo hubiera sido un lugar mejor, eso u otro tipo de filosofía aberrante hubiera tomado su lugar. Muchos cuestionamos el porqué la gente decidió seguir a un hombre como Hitler, una persona que en la mayoría de su discurso solo escupía odio e intolerancia.
Sin embargo, este hombre logró llegar al poder y claro, no de manera fácil, pero el carisma y seguridad que reflejaba en todas sus apariciones públicas denotan la razón detrás de su éxito. Aunque no nos guste aceptarlo, existe cierta admiración por la forma en la que este sujeto se condujo en su vida.
Año con año desde su caída en la Segunda Guerra Mundial, sale a la luz nueva información tanto de él como de su organización. La mayoría de las veces, estos detalles nos hacen revolver el estomago y temblar de miedo pensando en lo que pudo ser si los Nazis hubieran sido los vencedores; pero el día de hoy lo que nos llega son imágenes que nos hacen cuestionar la seriedad de la imagen del Führer.
Como lo mencionamos hace uno momentos, Hitler llegó al poder gracias a mucho factores entre lo cuales se encontraba su forma de presentarse ante una plaza pública. Pero lo que hoy se reveló, es que esta imagen de seguridad no es más que una farsa, ya que Hitler era una persona que dudaba mucho de su físico y persona, por lo mismo se pasaba horas y horas ensayando sus palabras, movimientos y ademanes:
Energía Nuclear
Estas imágenes fueron tomadas por el fotógrafo Heinrich Hoffmann, quien se las entregaría a Hitler para que este analizará su imagen. Debido a que estas fotos lo ponen en evidencia, le ordenó destruirlas, sin embargo, Hoffmann decidió quedárselas y publicarlas en sus memorias, Hitler era mi amigo.
Haciendo la Cuauhtemiña
Si bien estas imágenes no borran ninguna de las acciones que este hombre hizo, no podemos negar que ponen en evidencia lo pequeño que era, y que su verdadero enemigo era él mismo. En fin, un registro más que nos recuerda que al final, estas figuras históricas también eran humanos.