El mundo está lleno de historias increíbles. Aunque a veces las noticias negativas son las que se llevan los titulares, siempre es un levantón hablar de lo bueno que pasa en todos lados. Hoy les queremos contar la historia de una abuelita italiana que llamó a la policía porque tenía hambre y le mandaron a dos patrulleros para cocinarle algo.
Esta linda historia la compartió la cuenta oficial de la Polizia di Stato (Policía del Estado), en Italia, quienes platicaron que la mujer de 87 años les llamó de emergencia porque tenía mucha hambre pero que no podía cocinar por los dolores que tenía.
Cuentan que la abuelita se encontraba sola y que su cuidador no había ido ese día a su casa. Por lo que se vio obligada a pedir ayuda como mejor lo supo hacer. “Ayúdenme, estoy sola, tengo hambre y no puedo cocinar”, dijo a la operadora. Una vez que tomaron sus datos, enviaron a los policías mas cercanos a ayudarla con un trabajo culinario
Pero antes de empezar a prepararle unos ricos ravioles, los policías tuvieron que enfrentarse a un reto mayor que de encontrar todos los instrumentos necesarios para hacer pasta en una cocina ajena. Ya que la señora no se podía levantar de su cama, le fue imposible irles a abrir la puerta de su casa. Afortunadamente los policías contactaron a un vecino que tenía llaves y ahí empezó la fiesta.
Ya adentro, los policías encontraron a la señora en su habitación y se la llevaron al comedor. Ya estando ahí, su pusieron sus delantales al estilo Master Chef y le prepararon la cena. “Para nosotros esto también es estar siempre pendientes”, expresaron en la publicación.
“A los dos agentes les fue bien en la cocina y prepararon un buen plato de ravioles con salsa que la señora comió con amigos. Esto también es nuestro”, finalizó el comunicado de la Policía del Estado.
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Por la ternura de la historia, y el gran servicio de la policía, se ha hecho viral en todo el mundo, demostrando que los policías no son malas personas. Sino las malas personas a veces son policías.